La lucha de los continentes hallaran armas nuevas... ¡Sin ruidos!
Benjamín Solari Parravicini
Yo no necesito al poder; es el poder el que me necesita a mí. Ellos tienen el gobierno y yo el poder: el poder de la gente.
Bernardo Neustadt
Demasiado tiempo para pensar. Demasiado tiempo para sentir cómo el dolor retorcía cada uno de sus nervios. Tiempo para pensar en todo lo que había perdido... lo que iba a perder.
Camilla Läckberg
Descubrí, aunque inconsciente e insensiblemente, que el placer de observar y razonar era mucho mayor que el que reside en la destreza y el deporte.
Charles Darwin
Si tiene el mundo la forma del lenguaje y el lenguaje la forma de la mente, la mente son sus plenos y vacíos no es nada o casi y no puede salvarnos.
Eugenio Montale
Mejor es ser engañado hasta el fin, que perder la bendita esperanza de la verdad.
Fanny Kemble
Tu estado de ánimo es tu destino.
Heródoto
Conquistar a otros es poder, conquistarte a ti mismo es saber cómo.
Jacqueline Kim
Hice una alianza com Dios: que El no me mande visiones, ni sueños, ni siquiera ángeles. Estoy satisfecho con el don de las Escrituras Sagradas, que me dan instrucción abundante y todo lo que preciso conocer tanto para esta vida cuanto para lo que ha de venir.
Martín Lutero
La fe es la fuente de la realidad, porque es la vida; creer es crear.
Miguel de Unamuno
Un caballo dá estiércol y más caballos; un tractor sólo dá facturas.
Noah Gordon
Nos miramos todos con el odio característico con que nos miramos los españoles.
Pío Baroja
El verdadero problema de empresa pública como contraposición a la privada suele discutirse sobre bases demasiado abstractas y filosóficas. Teóricamente, la planificación puede ser buena. Pero nadie ha averiguado jamás la causa de la estupidez gubernamental, y hasta que se consiga (y se descubra el remedio), todos los planes ideales caerán en arenas movedizas.
Richard Feynman
La religión honra a los dioses; la superstición los ultraja.
Séneca
Constante y perpetua riqueza es la virtud.
Sófocles
El desorden llega del orden, la cobardía surge del valor, la debilidad brota de la fuerza.
Sun Tzu