Si quieres ser rico, piensa en las economías tanto como en las ganancias.
Benjamin Franklin
Por aquello que llamamos justo queremos decir lo que es legal, lo que es limpio y equitativo.
Aristóteles
El niño que a los ocho años recibe una buena bofetada de sus padres aprende que los conflictos se resuelven a golpes y que los fuertes pueden imponer sus puntos de vista sobre los débiles.
Carlos González
La vida es siempre más dura conforme se va elevando, aumenta el frío, aumenta la responsabilidad.
Friedrich Nietzsche
Fui condenadamente afortunado por convertirme en actor. Actuar para mí es ponerme una máscara. La peor tortura que puede sucederme es no tener una máscara tras la que ocultarme.
Henry Fonda
El crimen más grande que puede cometerse contra cualquier ciudadano es negarle una educación que lo emancipe de la miseria y la excomunión.
Ignacio Ramírez
Deja de tocar la guitarra un día y lo notarás tú. Deja de tocarla dos días y lo notará tu maestro. Deja de tocarla tres y empezará a notarlo el público.
Jimmy Page
Todos los meses son Noviembre, Sara. Y yo te quiero todos los días. Este es nuestro mes. No se tiene que acabar nunca.
Keanu Reeves
Yo sigo luchando, yo lucho para ganar.
Margaret Thatcher
No existe un fracaso total.
Richard Branson
¡El orden reina en Berlín! ¡Ah! ¡Estúpidos e insensatos verdugos! No os dais cuenta de que vuestro orden está levantado sobre arena. La revolución se erguirá mañana con su victoria y el terror asomará en vuestros rostros al oírle anunciar con todas sus trompetas: ¡Yo fui, yo soy, yo seré!
Rosa Luxemburgo
El pueblo debe estar alerta y vigilante. No debe dejarse provocar, ni dejarse masacrar, pero también debe defender sus conquistas. Debe defender el derecho a construir con su esfuerzo una vida digna y mejor.
Salvador Allende
Las computadoras no resuelven los problemas, pero capacitan a las personas para hacerlo.
Steve Ballmer
La superstición es nuestro gran enemigo, pero el fanatismo es peor.
Swami Vivekananda
No creo en la religión católica, que es la verdadera, menos voy a creer en las musarañas de los protestantes.
Tomás Cipriano de Mosquera
No he venido, señores, a robarles el corazón...
William Shakespeare