El que no pueda aguantar un defecto de educación en persona ajena, carece él mismo de educación.
Benjamin Franklin
Te odio con el odio de la ilusión marchita.
Amado Nervo
La necesidad ha hecho aparearse a quienes no pueden existir el uno sin el otro, como son el varón y la mujer.
Aristóteles
Aquel día te llevé toda conmigo, de tus peinetas a tus pies; te sabía de memoria, y te repasaba vagando por la ciudad, como un trágico de provincia repasa un drama de Shakespeare.
Borís Pasternak
Los ciudadanos saben perfectamente que no se les llama a votar para consultar sus razones, sino para hacerles entrar en razón.
Carlos Fernández Liria
Quiero hacer un disco de tango en algún momento.
Chenoa
Lo absurdo de una cosa no prueba nada contra su existencia, es, más bien, condición de ella.
Friedrich Nietzsche
Regaría con mis lágrimas las rosas, para sentir el dolor de sus espinas, y el encarnado beso de sus pétalos.
Gabriel García Márquez
Me preocupo de mi juicio cuando algo en lo que creo o algo que hago regularmente empieza a ser aceptado por el público.
George Carlin
Las relaciones son tan frágiles. Sólo se necesita una cosa, una pequeñísima ofensa, y puede crecer como una bola de nieve. Y si esa bola de nieve empieza a agarrar velocidad..
John C. McGinley
Siempre he sabido que las grandes sorpresas nos esperan allí donde hayamos aprendido por fin a no sorprendernos de nada, entendiendo por esto no escandalizarnos frente a las rupturas del orden.
Julio Cortázar
Cuantos más pecados confieses, más libros venderás.
Ninon de Lenclos
Mi ideal es ya fundar la República del Bidasoa con este lema: Sin moscas, sin frailes y sin carabineros. Un pueblo sin moscas quiere decir que es un pueblo limpio: un pueblo sin frailes revela que tiene buen sentido, y un pueblo sin carabineros indica que su estado no tiene fuerza; cosas todas que me parecen excelentes.
Pío Baroja
El gran regalo de la vida es en quién te conviertes mientras persigues tus metas.
Raimon Samsó
No me gusta el trailer de una película revele las mejores escenas.
Rob Schneider
Repentinamente comprendió que el amor era ese momento en el que el corazón quiere salirse del pecho.
Stieg Larsson