En su propio país un genio es como el oro oculto en mina.
Benjamin Franklin
El orgullo es la fuente de todas las enfermedades, porque es la fuente de todos los vicios.
Agustín de Hipona
Fe: creencia sin pruebas en lo que alguien nos dice sin fundamento sobre cosas sin paralelo.
Ambrose Bierce
Mi mayor honra es surgir del seno de los oprimidos, que son el alma y nervio de la raza.
Augusto César Sandino
Cuando era niño, solía mirar a los jeroglíficos como tantas fotos maravillosas.
Cecil Blount DeMille
Si te pide el pobre, no digas que le diste, sino que le pagaste, que el pobre que pide al rico lo que le falta y a él le sobra, mandamiento trae, a cobrar viene.
Francisco de Quevedo
No pertenezco a ninguna parte, soy extranjera en el mundo. Cintillo en la portada del libro Mi pais inventado.
Isabel Allende
¿Qué las masas son incapaces para juzgar y adoptar resoluciones acertadas? Renunciemos entonces a la democracia.
José Batlle y Ordóñez
... de ellos -de los chicos- obtuve la desinhibición en el escenario, porque así es como son, si les gusta, te matan a besos, si no les caés bien te escupen un ojo con la misma naturalidad...
Juan Carlos Baglietto
Una indemnización indef... en diferido, en forma efectivamente de simulación... simulación o lo que hubiera sido en diferido en partes de una... de lo que antes era una retribución, tenía que tener la retención a la Seguridad Social.
María Dolores de Cospedal
¡A los príncipes se debe advertir, cuando acaso se equivocan, lo que es muy cierto que saber quisieran!
Nicolás Fernández de Moratín
Que el decir es fácil uno que se ausenta, mas no el ausentarse, si hay quien lo detenga.
Pedro Calderón de la Barca
Cada loco con su tema.
Proverbio
No subas tan alto, pensamiento loco, que el que más alto sube más hondo cae.
Rosalía de Castro
Conseguir una educación era un poco como una enfermedad de transmisión sexual. Te invalidaba para un montón de trabajos, y entonces tenías la urgencia de pegársela a alguien.
Terry Pratchett
¡Ladrón! ¡Hijo de tal!... ¡Martirizar así a un bicho que valía más que él!... Y todos gritaban con vehemente ternura por el dolor de la bestia, como si no hubiesen pagado para presenciar su muerte.
Vicente Blasco Ibáñez