Cuida de los pequeños gastos; un pequeño agujero hunde un barco.
Benjamin Franklin
Todos tenemos problemas, todos tenemos cosas en la cabeza. Por la noche nos los llevamos a casa y por la mañana al trabajo.
Adrien Brody
Con las palabras y los gestos, el querido Juan Pablo II no se cansó de advertir al mundo que si el hombre se deja abrazar por Cristo, no menoscaba la riqueza de su humanidad; si se adhiere a él con todo su corazón, no le falta nada. Al contrario, el encuentro con Cristo hace nuestra vida más apasionante.
Benedicto XVI
Cuando tengo una estaca en la mano y un revólver en el bolsillo, no lo tengo miedo a nadie. Soy fuerte como si estuviera sólo y precisamente porque lo estoy.
Benito Mussolini
El hombre débil teme la muerte; el desgraciado la llama; el valentón la provoca y el hombre sensato la espera.
Me falta el jarro de flores olorosas de tu corazón.
César Brañas
Es muy probable que las mejores decisiones no sean fruto de una reflexión del cerebro sino del resultado de una emoción.
Eduardo Punset
Creo que la gente a veces se desespera en busca de identidad. Y la identidad no se busca, se trasciende. Vos fluís y ahí aparece la identidad sola. Pero cuando uno se impone esa cosa de buscar la identidad se auto limita, se encierra dentro de uno mismo y surgen los miedos, el miedo de pensar, el miedo de fantasear... Me asustan los tan normales.
Federico Moura
Es mejor saber después de haber pensado y discutido que aceptar los saberes que nadie discute para no tener que pensar.
Fernando Savater
La cortesía es en realidad la forma más eficaz de desprecio.
Heinrich Böll
Quizá me estaba dando cuenta de lo que significaba el mundo laboral: hacer cosas sin tener el deseo de hacerlas.
Los hombres miran a las mujeres por el gusto de verlas; las mujeres miran a los hombres para que se las mire a ellas.
Jacques Normand
Quien de verdad sabe de qué habla, no encuentra razones para levantar la voz.
Leonardo da Vinci
Pero la belleza, la belleza auténtica, termina donde empieza el aire intelectual. El intelecto es, por sí mismo, un modo de exageración, y destruye la armonía de cualquier rostro.
Oscar Wilde
Él no quería ir al médico. No noto nada. No me duele nada. Y entretanto los ganglios linfáticos ya tenían el tamaño de un huevo de gallina. Le metí a la fuerza en un coche y lo llevé a la clínica. Lo mandaron al oncólogo. Un médico lo examinó, llamó a otro. Mira, otro de Chernóbil. Y ya no lo dejaron marchar.
Svetlana Alexijevich
Nuestra contestación tiene que estar hecha no de palabras ni tampoco de meditación, sino de una conducta y una actuación rectas.
Viktor Frankl