El libre cambio no es un principio teórico: es una conveniencia.
Benjamin Disraeli
Peor que mentir es silenciar la verdad.
Anónimo
No soy un genio del ajedrez, soy un genio que juega ajedrez.
Bobby Fischer
Yo soy más fuerte que tú, porque me apoyo en ti.
Carmen Conde
Disciplina es hacer lo que tengas que hacer aunque te de pereza. Un día tras otro. No vale darse la gran paliza cada dos semanas, hay que hacerlo cada día. Pero también te diré que si eres constante cada vez será más fácil disciplinarte. Y la sensación de conseguir objetivos y hacerte mejor será impagable.
David Valois
¿Qué ha contribuido más a la felicidad humana, lo real o lo imaginario?
Friedrich Nietzsche
¿Cómo puedo soñar mientras escribo? Son de la pluma los sueños. La página en blanco le da el derecho a soñar.
Gaston Bachelard
Si el vaso no está limpio, lo que en él derrames se corromperá.
Horacio
Hay rudeza en los latinos. La moderación, una moderación noble y de buen gusto, distingue a los griegos y, sobre todo, a los atenienses.
Joseph Joubert
Nuestras verdades no deben ser dichas a los demás sino en lenguaje metafórico o parabólico, porque a la verdad desnuda no la comprende nadie o la entienden mal y se volverá contra nosotros.
Ramón Carrillo
El hombre sensato no se alegra con mucha frecuencia.
Ramon Llull
Los pequeños países del Tercer Mundo tienen la posibilidad de despertar un vivo interés sólo cuando se deciden a derramar sangre. Es una tristeverdad, pero así es.
Ryszard Kapuściński
El éxito resulta de la lucha contra los obstáculos. Sin obstáculos no hay verdadero éxito. En la necesidad del esfuerzo hallamos la fuente principal del progreso de las naciones y de los individuos.
Samuel Smiles
Dos veces vence el que en la victoria se vence a sí.
Séneca
La mentira extiende descaradamente sus alas y la verdad ha sido proscripta; las cloacas están abiertas y los hombres respiran su pestilencia como un perfume.
Stefan Zweig
El orden que imagina nuestra mente es como una red, o una escalera, que se construye para llegar hasta algo. Pero después hay que arrojar la escalera, porque se descubre que, aunque haya servido, carecía de sentido.
Umberto Eco