El mundo necesita el testimonio de vuestra fe, necesita ciertamente a Dios.
Benedicto XVI
El amor es una perla preciosa que, si no se posee, de nada sirven el resto de las cosas, y si se posee, sobra todo lo demás.
Agustín de Hipona
Que dios bendiga y de fuerza a mis enemigos, así ellos de pie podrán verme triunfar.
Arcángel
El único error real es tratar de seguirle la corriente al gusto de la audiencia. Lo único que produce es una suerte de humillación interior.
David Bowie
Quien no está preso de la necesidad, está preso del miedo: unos no duermen por la ansiedad de tener las cosas que no tienen, y otros no duermen por el pánico de perder las cosas que tienen.
Eduardo Galeano
En la venganza, como en el amor, la mujer es más bárbara que el hombre.
Friedrich Nietzsche
No hay vida en este cuerpo. Yo soy nada, sin vida, sin alma, odiado y temido, estoy muerto para todo el mundo. Escuchame, yo soy el monstruo al que los hombres vivos matarían. Yo soy Drácula.
Gary Leonard Oldman
Después de todo, la más exquisita bendición de Dios es una buena mujer.
George Meredith
En la guerra, la fortuna es variable. Por eso, el guerrero prudente no debe menospreciar al enemigo.
Goethe
La poesía ocurre como un accidente, un atropello, un enamoramiento, un crimen; ocurre diariamente, a solas, cuando el corazón del hombre se pone a pensar en la vida.
Jaime Sabines
En sacando el acero, el más cobarde se iguala con el más guapo, y no siempre la fortuna está del valor al lado.
José de Cañizares
¡Bárbaros! Como si en los rayos de la luz... como si en los rayos de la luz, decía, pudieran venir envueltas la esterilidad y la muerte!
Leandro Alem
La voz de la conciencia es tan delicada que es fácil de suprimirla; pero es también tan vacía que es imposible errarle.
Madame de Staël
Para librar a vuestros hijos de esos vicios y calamidades haced que desde niños se den a la virtud y trabajos.
Nezahualcóyotl
Estériles, estériles y triviales son estos mundos. Pero la experiencia no es estéril.
Olaf Stapledon
Y para acá o allá y desde aquí otra vez y vuelta a ir de vuelta y sin aliento y del principio o término del precipicio íntimo hasta el extremo o medio o resurrecto resto de éste o aquello o de lo opuesto y rueda que te roe hasta el encuentro y aquí tampoco está y desde arriba abajo y desde abajo arriba ávido asqueado por vivir entre huesos o del perpetuo estéril desencuentro a lo demás de más.
Oliverio Girondo