Que el Señor os bendiga y os proteja en el nuevo año.
Benedicto XVI
Sólo podemos ver poco del futuro, pero lo suficiente para darnos cuenta de que hay mucho que hacer.
Alan Turing
A la señora de enfrente se le ha muerto el marido, el matrimonio es la trampa, yo no me caso por eso.
Anónimo
Es difícil grabar las comedias, porque no tienes la respuesta del público de forma inmediata.
Austin Pendleton
Yo pienso que por yo ser rico... por ser guapo... por ser un gran jugador, las personas tienen envidia de mí...
Cristiano Ronaldo
Los celos, vengan de la parte que vengan, no son muestra de amor. Son miedo e inseguridad. Y convierten al otro o en un esclavo o en alguien que no es.
Elísabet Benavent
A medida que se va acercando a la gran ciudad industrial, el arroyo se llena de impurezas.
Élisée Reclus
Deja de vigilar a tu alma; ¡mírala cómo sale de estampida al cielo!... Al menor descuido, envuelta en llamas, se suelta y se va hacia otros mundos. ¿De dónde vendrá esa súbita llamarada que la arroja al destierro en parajes celestiales mientras tú te quedas aquí, como victima junto a un cuerpo abandonado?
Emil Cioran
Conozco pintores que no saben copiar hombres y pretenden subir a los cielos a pintar dioses.
Eugène Delacroix
Y en todo hombre o mujer que encontramos, en todo libro que leemos sólo nos interesa conocer cual sea el resultado de su balance vital.
José Ortega y Gasset
Soy como un águila. Me gusta volar sólo con mis propias alas.
Luis Banchero Rossi
Ojalá que la espera no desgaste mis sueños.
Marilyn Monroe
Si puedes andar, ¿ para qué arrastrarte?
Nicolae Iorga
Al fin conviene en todo tanto el orden, que la bondad es mala con desorden.
Pedro de Oña
No puedo comprarlo o ¿Cómo puedo comprarlo?, son declaraciones que hacían funcionar el cerebro de mi padre rico. Lo obligaban a pensar y a buscar las respuestas. No puedo comprarlo invoca la tristeza. El desconsuelo que conduce a la desesperanza y, a menudo, a la depresión. ¿Cómo puedo comprarlo? te abre a las posibilidades, la emoción y los sueños.
Robert Kiyosaki
Los celos brotan ordinariamente en los hombres por falta de talento, y en las mujeres, por exceso de penetración.
Severo Catalina