Cuando nos abandonamos totalmente en el Señor, todo cambia. Somos hijos de un Padre que nos ama y nunca nos abandona.
Benedicto XVI
La gente nunca está convencida de tus razones, de tu sinceridad, de tu seriedad o tus sufrimientos, salvo sí te mueres.
Albert Camus
La máxima victoria es la que se gana sobre uno mismo.
Buda Gautama
La suerte ha reservado un rinconcito para usted. De usted depende coger con la mano la fortuna que le ofrecen. Que lo haga o no, es discutible.
Charlotte Brontë
Tropezar dos veces en la misma roca es una desgracia proverbial.
Cicerón
El hombre que piensa que debe su nacimiento sólo a sus padres esperará hasta que llegue su natural y destinado final; el que es hijo de su nación está dispuesto a morir antes que verla esclavizada, y vigilará esos agravios e indignidades, que en la sujeción al bien común se ve impulsado a soportar, como más aterradores que la propia muerte.
Demóstenes
Algunos confunden no tener tabúes con no tener principios.
Enrique Rojas
... Otros los repetiran ¿Y qué quedará de todos mis decires? - acaso sean como la abeja fosilizada en el ámbar, de ella podemos tener la imagen pero nunca sabremos de su vuelo.
Jacques Lacan
En efecto, la dama que debía conducirme era, como ya lo dije, de una belleza perfecta y de un aspecto tan arrogante que al principio la tomé por la princesa misma.
Jan Potocki
No lo entiendo. Lo único que intentamos hacer es destruirlo todo.
John Lydon
Nada se puede aceptar de un malvado, so pena de envilecerse.
Madame Roland
Una criatura pequeña, por supuesto, no necesita un cerebro tan grande como un animal mayor de la misma categoría mental. Un cuerpo más desarrollado requiere un cerebro también mayor, sólo para gobernar la maquinaria.
Olaf Stapledon
Constituye un destino. Es más noble ser envidiado que compadecido.
Píndaro
Me pareció tan bonita que no podía recordar luego cómo era.
Pío Baroja
El tango está lleno de despedidas.
Ramón Gómez de la Serna
Nunca mire a los trombones, sólo los alienta.
Richard Wagner