... los príncipes no podían llevar a la guerra a ningún extranjero como mercenario.
Baruch Spinoza
Desde tiempos inmemoriales, el hombre ha deseado comprender la complejidad de la naturaleza en términos del menor número posible de conceptos elementales.
Abdus Salam
Me hice abogado, que es la carrera de los ricostontos y de los pobreslistos.
Armando Palacio Valdés
Ningún hombre ha dado gratuitamente parte de su libertad propia con solo la mira del bien público: esta quimera no exîste sino en las novelas. Cada uno de nosotros querria, si fuese posible, que no le ligasen los pactos, que ligan á los otros. Qualquiera hombre se hace centro de todas las combinaciones del globo.
Cesare Beccaria
Hay que querer hasta el extremo de alcanzar el fin; todo lo demás son insignificancias.
Fiódor Dostoyevski
La simplicidad es lo más difícil de conseguir en este mundo, es el último límite de la experiencia y el último esfuerzo del genio.
George Sand
La caballerosidad en amores es un ayuno siempre expuesto a quebrantarse.
Ignacio Manuel Altamirano
Una revolución requiere partido revolucionario, jefes revolucionarios y mito revolucionario, por un lado, y la ocasión, por el otro.
John William Cooke
Si el tiempo fuera circular yo empezaría a girar hasta volvernos a encontrar sin prisa, sin miedo.
Miguel Mateos
La vida es simultáneamente trágica y cómica, al mismo tiempo absurda y profundamente significativa.
Paul Auster
Podrán doblarnos, pero no podrán rompernos; podrán cansarnos, pero no podrán rendirnos.
Rafael Correa
Es mi delantero favorito, tiene instinto asesino.
Raúl González Blanco
La sociedad no puede subsistir sin recíprocas concesiones.
Samuel Johnson
El matrimonio más feliz que yo podría imaginarme es el de un sordo con una ciega.
Samuel Taylor Coleridge
... de muchachas muy habituadas al mundo no hay generalmente mucha cosa que llevarse.
Søren Kierkegaard
Considero que en esta dualidad entre el espíritu y el cuerpo, el cuerpo es el principio malo y diabólico, en tanto el cuerpo es naturaleza, y la naturaleza (entendida como antítesis del espíritu, de la razón, ¡repito!) es mala; es engañosa y nefasta.
Thomas Mann