Quermos que nuestros hijos crezcan en un país en el que tengan acceso a las mejores escuelas y los mejores profesores.
Barack Obama
La felicidad es vivir sintiendo, lo menos posible, que el hombre, en realidad, está solo.
Banana Yoshimoto
Pues los hombres, en el estado natural, son enemigos entre sí. Así pues, quienes retienen el derecho natural, fuera de la comunidad ciudadana, permanecen como enemigos.
Baruch Spinoza
Alguien dijo una vez que en el momento en que te paras a pensar si quieres a alguien, ya has dejado de quererle para siempre.
Carlos Ruiz Zafón
Amo las mujeres bonitas, y ellas me aman a mí. Tiene que ser en ambos sentidos.
Donald Trump
La riqueza es la cosa que más honran los hombres y la fuente del más grande poder.
Eurípides
No hay nada más odioso que la música sin significado oculto.
Frédéric Chopin
La felicidad es un estado de pasividad. Cuanto más felices somos, más pasivos nos hallamos frente al mundo objetivo.
Friedrich Schelling
Sólo hay dos palabras que te llevarán siempre al éxito. Esas palabras son sí y no. Sin duda, ya dominas decir que sí. Así que empieza a practicar el decir que no. ¡Tus metas dependen de ello!
Jack Canfield
Todas las cosas, aún la adversidad, tienen un propósito en la vida.
Jim Rohn
La amistad es el amor, pero sin sus alas.
Lord Byron
Los medios impuros desembocan en fines impuros.
Mahatma Gandhi
Hombres que cometieron crímenes graves siguen siendo importantes en la sociedad, caminan por la calle, ocupan cargos importantes, en vez de pasar su vida en la cárcel.
Mihai Eminescu
Los hombres a quienes no atrae el peligro son temibles.
Neftalí Beltrán
No hay errores. Los acontecimientos que atraemos hacia nosotros, por desagradables que sean, son necesarios para aprender lo que necesitamos aprender; todos los pasos que damos son necesarios para llegar adonde hemos escogido.
Richard Bach
Dicen que me arrastrarán por sobre rocas cuando la Revolución se venga abajo, que machacarán mis manos y mi boca, que me arrancarán los ojos y el badajo. Será que la necedad parió conmigo, la necedad de lo que hoy resulta necio: la necedad de asumir al enemigo, la necedad de vivir sin tener precio.
Silvio Rodríguez