Los más en el mundo no conocen ni examinan lo que cada uno es, sino lo que parece.
Baltasar Gracián
Cúrame del vacío.
Alejandra Pizarnik
El pintor de retratos es como el escribano, obligados a copiar lo que otros escriben, sin ser capaces de corregir cuando se equivocan.
Alessandro Manzoni
El arte hace los versos, pero sólo el corazón es poeta.
André Chénier
Sucede que las máscaras terminan adhiriéndose a tu piel, y tú necesitando cada vez más de ellas. Pero la realidad es que sólo sirven para convencer a los demás de algo que no eres.
Bernardo Stamateas
Nada podrá descubrir quien pretenda negar lo inexplicable. La realidad es un pozo de enigmas.
Carmen Martín Gaite
Yo digo las cosas y luego salgo a demostrarlo.
Conor McGregor
No soy un hombre, ni un poeta, ni una hoja, sino un pulso herido que presiente el más alla.
Federico García Lorca
La sociedad es falsa, la acción no conduce a nada, el porvenir no existe.
Gabriel Celaya
El amor nace súbitamente, sin más pensar, por temperamento o por debilidad, un rasgo de belleza nos detiene y nos decide. La amistad, por el contrario, se forma poco a poco, con el tiempo, por la práctica, por un largo trato.
Jean de la Bruyere
La amistad, los juramentos y la fe de hoy en día no sirven más que para sorprender la credulidad ajena.
Jean Rotrou
Pensamos que ya era tiempo de ser románticos, y entonces confeccionamos un paisaje ad-hoc, saturado del más puro idealismo, y barnizamos la luna de melancólico color.
Renato Leduc
Por el principio de conservación de la energía, la masa de un objeto tiene que cambiar al moverse. La energía relacionada con el movimiento adquiere el aspecto de una masa adicional, con lo que los objetos se hacen más pesados al moverse.
Richard Feynman
Trabajo para el banco, no pienso como un banco.
Ryan Gosling
Por muy poderosa que se vea el arma de la belleza, desgraciada la mujer que sólo a este recurso debe el triunfo alcanzado sobre un hombre.
Severo Catalina
¡Pues miente! ¡Invéntate algo! -No se me da bien mentir. -Pues aprende deprisa. Tienes tanto encanto como una babosa muerta.
Suzanne Collins