En los jovenes mucha prudencia es mala señal.
Baltasar Castiglione
No es verdad que hayamos perdido la batalla, que mandan los mercados. Solo hay una cosa que vale para pararles, los votos. Nunca han sido tan importantes los votos y la política.
Alfredo Pérez Rubalcaba
La virtud está en el término medio.
Aristóteles
El futuro no es ya lo que solía ser.
Arthur C. Clarke
El hombre es a veces más generoso cuando tiene poco dinero que cuando tiene mucho, quizá por temor a descubrir su escasa fortuna.
Benjamin Franklin
La inspiración es trabajar una buena porción de horas.
Camilo José Cela
La cortesía abarca la ternura sin ñoñeces, el humor y un cierto saber estar en cada ambiente.
Fernando Savater
¡Son tan frívolas las mujeres! Un, traje bien cortado ejerce, ¡ay!, con demasiada frecuencia sobre ellas más atracción que una jugosa conversación. Hay que tomarlas tales como son.
Francis de Miomandre
La libertad política es la condición previa del desarrollo económico y del cambio social.
John F. Kennedy
Que las palabras se separen bien del papel: es decir, que se fijen fácilmente en la atención, en la memoria, que sean fáciles de citar y desplazar.
Joseph Joubert
Hay una diferencia entre participar e implicarse. En un plato de huevos fritos con chorizo, la gallina participa. El cerdo se implica.
Juan Gómez-Jurado
Hoy en día mires donde mires hay gente que se empeña en derramarte su vida encima.
Julian Barnes
Tu capacidad de conocer la felicidad depende de tu capacidad para conocer el dolor.
Macedonio Fernández
Y ahora te diré lo que Tilte y yo hemos descubierto: hay que mirar hacia el interior de uno mismo. En el mismo instante que te alcanza el shock, te sobreviene una sensación muy especial y única, en tu interior, pero también por fuera, y esa sensación hay que palparla.
Peter Hoeg
El mundo ha perdido muchos valores, especialmente los de la comunicación, la memoria. A veces nuestros propios pueblos pierden su memoria histórica y no tienen toda la culpa, pues las editoriales no publican sus libros y los medios de comunicaciones crean solo fantasías de intrigas, de odios, de rencores o, simplemente, silencio.
Rigoberta Menchú
Para oír brotar la sangre de mi corazón cerrado, ¿pondré la oreja en mi pecho como en el pulso la mano?
Xavier Villaurrutia