Dios... Un ser cuya única definición es que está más allá de de la capacidad de la mente humana para ser comprendido.
Ayn Rand
Algunos nacen grandes, otros hacen grandes cosas, y otros se ven aplastados por ellas.
Blanca Miosi
El destino suele estar a la vuelta de la esquina. Como si fuese un chorizo, una furcia o un vendedor de lotería: sus tres encarnaciones más socorridas. Pero lo que no hace es visitas a domicilio. Hay que ir a por él.
Carlos Ruiz Zafón
La fe es el heroísmo de la inteligencia.
Charles Henry Parkhurst
Un patriota debe estar siempre listo para defender su país contra su gobierno.
Edward Abbey
Nadie te hace caso si no protestas, si tu operador telefónico no funciona, si no dices que te vas a cambiar, no te lo arreglan.
El Chojin
La infancia tiene sus propias maneras de ver, pensar y sentir; nada hay más insensato que pretender sustituirlas por las nuestras.
Jean-Jacques Rousseau
No sé si recordarte es un acto de desesperación o elegancia en un mundo donde al fin el único sacramento ha llegado a ser el suicidio.
Jorge Teillier
El amor es más fuerte.
Juan Pablo II
La recompensa de los grandes hombres es que, mucho tiempo después de su muerte no se tiene la entera seguridad de que hayan muerto.
Jules Renard
Me paso por el forro los foros de Internet.
Kutxi Romero
La necesidad es maestra y tutora de la naturaleza. Es su tema y la fuente de sus invenciones, su freno y su regla perpetua.
Leonardo da Vinci
El Profesor Jirafales nos explicó que los animales que comen carne son carnívoros; los que comen fruta son frutívoros; los que comen insectos son insectívoros, y así. Luego preguntó que cuáles eran los animales que comían de todo, y yo respondí que los que comían de todo eran los ricos.
Roberto Gómez Bolaños
No hagas juez de la vida a la opinión popular, sino a tu sola conciencia.
Séneca
A los que corren en un laberinto, su misma velocidad los confunde.
En mi tierra, cuando se bromea, se dice algo y después se ríe ruidosamente, para que todos participen de la broma. Guillermo, en cambio, sólo reía cuando decía cosas serias, y se mantenía muy serio cuando se suponía que estaba bromeando.
Umberto Eco