El valor económico del trabajo de un hombre está determinado, en un mercado libre, por un solo factor: El consentimiento voluntario de aquellos con la voluntad de comerciar con él a cambio de sus productos o de su trabajo.
Ayn Rand
Las citas son una manera de repetir erróneamente las palabras de otro.
Ambrose Bierce
Si 10 años después te vuelvo a encontrar en algún lugar, no te olvides que soy distinto de aquél pero casi igual.
Andrés Calamaro
Amor es lo que yo siento cuando tus ojos me miran y mi cuerpo tiembla, cuando tu voz suena y mi corazón late con más fuerza, cuando escucho tu nombre y mi pecho se cierra.
Anónimo
No basta pues, con cambiar al individuo, puesto que esta tarea es imposible si no cambian las reglas que ordenan la convivencia entre los hombres.
Felipe González
A mí, cuando veo un muerto, la muerte me parece una partida. El cadáver me da la impresión de un traje abandonado. Alguien se fue y no necesitó llevar aquel traje único que había vestido.
Fernando Pessoa
Entre los particulares la locura es poco frecuente, entre los grupos, partidos, pueblos y épocas, la regla.
Friedrich Nietzsche
El que exige jugar con las cartas boca arriba, tiene todos los triunfos en la mano.
Graham Greene
Ella tiene la luz, tiene el perfume, el color y la línea, la forma engendradora de deseos, la expresión, fuente eterna de poesía.
Gustavo Adolfo Bécquer
La esperanza es el flujo de la vida. Cuando no hay lugar para la esperanza, es cuando surge la muerte.
Jorge Guillén
En todos los pueblos, las buenas leyes han comenzado por consolidar lo existente.
Joseph Joubert
La química, en su aplicación a los animales y vegetales, se esfuerza conjuntamente con la fisiología en iluminarnos respecto de los misteriosos procesos y fuentes de la vida orgánica.
Justus von Liebig
Fantasía constante quise para mis páginas, y ante lo difícil que es evitar la alucinación de realidad, mácula del arte, he creado el único personaje hasta hoy nacido cuya consistente fantasía es garantía de firme irrealidad en esta novela indegradable a real...
Macedonio Fernández
Solamente de nosostros depende nuestra felicidad; ésta no depende sino de nuestra conciencia, y puede ser que un poco de nuestras opiniones, sobre las cuales sólo deben actuar las más seguras inspiraciones de la conciencia.
Marqués de Sade
Te miro, y lloro porque no me miras: me miras, y suspiro al hallar el desdén en tu mirada: suspiro, y lloro porque no suspiras, suspiras ¡ay! Y acongojado miro que no es por mí...
Pedro Antonio de Alarcón
La ficción es la verdad dentro de la mentira.
Stephen King