La cruel bestia feroz no está detrás de los barrotes de la jaula, sino ante ellos.
Axel Munthe
Los grandes retos que tiene España a principios del siglo XXI no afloran por ningún sitio y quedan diluidos por el ruido ambiental.
Albert Boadella
Camines donde camines, adonde camines, caminarás a la tumba, caminarás en la tumba.
Armando Uribe Arce
La excelenciamoral es la brillante flor consumada de todo progreso.
Charles Sumner
Las religiones. Siempre haciendo que la vida sea un infierno para que la muerte parezca una liberación.
El Gran Wyoming
Mientras que nosotros tenemos aspecto de promesa, de obra comenzada, de esbozo. Como animal, es detestable el hombre. El remordimiento comprueba que somos futuros diosecitos, o sea, herederos del reino.
Fernando González Ochoa
Mi capricho es el humo, la mujer y el bostezo.
Gonzalo Escudero
Pasó la guerra, y en las cuerdas de mi koto tan sólo el viento.
Hashimoto Takako
¿Me amarás? Murmuraste. Lenta y grave vibró en mis labios la promesa suave de la dulce, la amable moabita. Y fue como un ¡amén! En ese instante el toque de oración que alzó vibrante la rítmica campana de la ermita.
Juana de Ibarbourou
Todos los días sin pensarlo, hágase un regalo.
Kyle MacLachlan
Olé, olé y olé y el que no diga olé, patá' en los cojones.
Patricia Conde
Es indispensable crecer hacia el sur, hacia el mar y hacia el frío, porque el sur, el mar y el frío fueron la señales de la franja que abandonamos, los segmentos del perfil inconcluso que subsiste en la Argentina.
Raúl Alfonsín
Nosotros odiamos a España con nuestra alma, mientras tenga oprimida a nuestra Patria con las cadenas de la esclavitud. No hay odio que sea proporcionado a la enorme injusticia que con nosotros ha consumado el hijo del romano. No hay odio con que puedan pagarse los innumerables daños que nos causan los largos años de dominación. Bizkaitarra, no 16.
Sabino Arana
Sólo he estado enamorado de una botella de cerveza y un espejo.
Sid Vicious
¿Este es el verdadero palacio de César?
Zach Galifianakis
Yo procuraré siempre ser una buena mujer para ti, con lo cual quiero decir todo lo que en mí quepa de útil para ti, para ayudarte a ser valiente, para no ser una carga y para empujarte siempre para arriba en todo lo que alcancen nuestras almas. Quiero que te refugies en mí contra toda desilusión y contra lo mediocre y mezquino de la vida. Quisiera poder siempre tener brillante esa alma de tu ex libris. Juanito mío, ¿Seré todo lo que quiero ser para ti? Y tú por tu lado, te ruego, no tengas celos. Es una cosa que siento que me rebaja.
Zenobia Camprubí Aymar