Habría que fundir al señor Rocca, pero no lo vamos a hacer. Su plan es la caída del salario.
Axel Kicillof
La gente suele ser curiosa por conocer las vidas ajenas y desidiosa para corregir la suya propia.
Agustín de Hipona
El objetivo del juego no es la victoria, sino el arte.
Alexander Alekhine
El embrutecimiento de un pueblo hace nacer la inmoralidad en las clases altas y esta inmoralidad se propaga y llega con toda la potencia adquirida durante su carrera, a los últimos peldaños de la jerarquía social.
Flora Tristan
La virtud de las mujeres se reduce muchas veces al amor por su reputación y su tranquilidad.
François de La Rochefoucauld
El secreto del combate reside en el arte de dirigirlo.
Gichin Funakoshi
No creo que todos los pobres sean buenos, eso es absurdo, son humanos y hay de todo.
Gustavo Gutierrez Merino
Las pasiones humanas, como los seres y las plantas, no se forman en plena luz. Su primer desarrollo necesita de la cálida y cerrada oscuridad de los bajos fondos de la conciencia.
Léon Blum
No, se trata del otro amor, del que duele.
Luis Sepúlveda
La mujer es más como la noche. Te rodea, te envuelve, te ahoga, sin ofenderte, sin ni siquiera tocarte.
Osho
Intentar predecir el futuro es como intentar conducir por un camino rural por la noche sin luces mientras miras por la ventanilla trasera.
Peter F. Drucker
Libros, caminos y días dan al hombre sabiduría.
Proverbio Árabe
Los españoles sentimos tanta piedad por las medianías, que no toleramos nunca que se las despoje de sus puestos, para abrir paso a las capacidades.
Ramiro de Maeztu
En París es distinto. La gente se aleja, la gente se va empequeñeciendo, y uno tiene tiempo, aunque no quiera, de decirle adiós. En África no, allí la gente habla, te cuenta sus problemas, y luego una nube de humo se los traga y desaparece, como desapareció Belano aquella noche, de golpe.
Roberto Bolaño
A cada cual le vence su pasión.
Virgilio
Uno puede ser llamado en cualquier momento a librar una dura batalla; si se muere habiendo descuidado su pulcritud, se da muestra de una relajación general de las buenas costumbres y uno se expone al desprecio y al descuido del adversario. Esta es la razón por la cual los viejos y jóvenes Samuráis han aportado siempre un gran cuidado en su presentación.
Yamamoto Tsunetomo