No creo que la guerra sea una forma de resolver problemas. Pienso que es un error. No tengo respeto por las personas que toman las decisiones de ir a la guerra.
Avril Lavigne
Vivir con Steve es como tirar un dado. Tienes suerte, hasta que ya no.
Anne Dorval
No hay mas grande amor, que el de aquel que te da su confianza y te brinda ante todo seguridad contigo mismo.
Anónimo
Pueden en mí, más que todos los infinitos, mis tres o cuatro costumbres inocentes.
Antonio Porchia
Con los años, me van a estar pidiendo que vuelva el gobierno militar.
Augusto Pinochet
Es mejor vivir solo; no hay amistad con un necio. Que uno viva solo, evitando todo mal, estando libre de preocupaciones, como un elefante paseándose solo por el bosque.
Buda Gautama
Por mucho tiempo mi corazón estuvo rompiéndose, pero ahora se mantiene fuerte.
Demi Lovato
El sueño de todo hombre es ser capaz de hundirse en los brazos de una mujer sin caer en sus manos.
Jerry Lewis
No se puede ser justo, si no se es humano.
Luc de Clapiers
Por eso creemos que una revolución puramente obrera, en beneficio único de los obreros, produciría los mismos resultados que las sediciones de los pretorianos y los movimientos de los políticos. Triunfante la clase obrera y en posesión de los medios opresores, al punto se convertiría en un mandarinato de burgueses tan opresores y egoístas como los señores feudales y los patrones modernos.
Manuel González Prada
Las relaciones no prosperan porque se castigue al culpable sino porque el inocente es misericordioso.
Max Lucado
Lo que tiene su origen en el cerebro lleva impreso siempre el matiz del sitio de donde procede, y lo que sale del corazón trae consigo el calor y el color del lugar de su nacimiento.
Oliver Wendell Holmes
Lo mismo da triunfar que hacer gloriosa la derrota.
Ramón María del Valle-Inclán
Cinco céntimos en el bolsillo valen más que un amigo en la corte.
Samuel Smiles
En el perdón de las injurias consiste la gloria y el deber; en la longanimidad reposa el mundo.
Valmiki
No creo en la religión. La religión equivale a oscuridad.
Yann Martel