Al principio, en todos mis conciertos, todas las chicas llevaban corbata. Eso mola.
Avril Lavigne
Ven cuéntame aquella historia de princesas y amores que un día te conté yo.
Amaia Montero
En política todo es posible, incluso lo contrario de ese todo.
André Kostolany
Nuestros Centros docentes son edificios sin alma: dan, a lo sumo, el saber; pero no infunden el amor al saber.
Ángel Ganivet
Cuando todo el mundo se empeña en pintar a alguien como un monstruo, una de dos: o era un santo, o se están callando de la misa la media.
Carlos Ruiz Zafón
Lo que más aprecio en un verdadero escritor es aquello que omite por orgullo.
Elias Canetti
Si la amistad pretendes que sea durable, visita a tus amigos de tarde en tarde. Pues la más tierna, suele tal vez perderse con la frecuencia.
Francisco Rodríguez Marín
El día que me sienta mal no me pongo en manos de nadie. Me boto yo mismo en el cajón de la basura. Esta frase es de El coronel no tiene quien le escriba.
Gabriel García Márquez
El desprecio del dinero es frecuente, sobre todo por la gente que no lo tiene. Digamos las cosas como son: es agradable poseerlo, por lo pronto, por las comodidades que procura y, más todavía, por la sensación de seguridad que ofrece y con la que nos tranquiliza.
Georges Courteline
Señora Stockmann: Tomás, tu hermano tiene el poder.
Henrik Ibsen
El argumento o razón de analogía es la base en que descansa el sentido común.
Jaime Balmes
Quien la vida a riesgo pone donde no le va la vida, hace muy gran necedad.
Juan Ruiz de Alarcón
¿Qué te pasa?, ¿se te ablandó el cerebro? Nunca dejes que nadie de fuera de la familia sepa lo que estás pensando.
Marlon Brando
Los eclesiásticos impiden a los jóvenes que hagan uso de su razón,...
Thomas Hobbes
Si se quiere ascender por cuestas empinadas, es necesario al principio andar despacio.
William Shakespeare
Si nuestro país fuera derrotado, desearía que encontráramos un campeón tan indomable como el señor Hitler para restaurar nuestro coraje y conducirnos otra vez al lugar que nos corresponde entre las naciones.
Winston Churchill