Entrar, llorar: ¡la vida! Boquear, salir: ¡la muerte!
Ausone de Chancel
El pesimismo, por el contrario, representa la contracción del alma hacia las tinieblas. Es la concentración del yo sobre un punto del plano inferior; es la esclavitud espiritual bajo los puros hechos, bajo los groseros fenómenos físicos.
Aldous Huxley
El ojo que ves no es.
Antonio Machado
Empiece en forma amigable.
Dale Carnegie
Cuando crecemos, nos sentimos un poco desleales. Sin culpa no hay crecimiento.
Elsa Punset
Que unos excrementos hayan aparecido no quiere decir que los haya traído el lince.
Esperanza Aguirre
Las raciones fueron nuevamente reducidas para economizar petróleo. Pero los cerdos parecían estar bastante a gusto y, en realidad, aumentaban de peso.
George Orwell
La lección más importante que los grandes escritores nos han enseñado con su vida se podría tal vez encerrar en una sola palabra: ¡Aguarda!
Henry Wadsworth Longfellow
No habéis convencido a un hombre por el hecho de haberlo reducido al silencio.
John Morley
Para poder gobernar es menester no aferrarse siempre a la propia voluntad, no hacerles hacer siempre a los demás lo que uno quiere, sino permitir que cada uno pueda hacer también una parte de lo que desea.
Juan Domingo Perón
Cuán triste, largo y cansado, cuán angustioso camino, señala el ente divino al infeliz desterrado.
Juan Pablo Duarte
Más puntos en el juego que El Quijote escrito en braile.
Mucho Muchacho
¿Qué otra cosa es la riqueza cuando no se piensa en Dios? Un ídolo de oro, un becerro de oro. Y lo están adorando, se postran ante él, le ofrecen sacrificios. ¡Qué sacrificios enormes se hacen ante la idolatría del dinero! No sólo sacrificios, sino iniquidades. Se paga para matar. Se paga el pecado. Y se vende. Todo se comercializa. Todo es lícito ante el dinero.
Óscar Romero
El escultor no hace más que llamar, con el cincel y a golpe de martillo, a los guerreros que duermen en las espesuras del mármol.
Roberto Obregón
Menos se siente perder lo que nunca pudo alegrar.
Séneca
Después de los 60, todos pertenecen al sexo débil.
Woody Allen