La mujer es un mal necesario.
Aulio Gelio
Nace en Madrid una niña de siete kilos. Ronaldo asegura que no es el padre.
Andreu Buenafuente
En la vida no tendrás todo lo que quieras, pero debes querer todo lo que tengas.
Anónimo
La ironía es una forma de menosprecio.
Aristóteles
Nace bárbaro el hombre; redímese de bestia, cultivándose.
Baltasar Gracián
Civilizar a un pueblo no es otra cosa que hacerle sentir nuevas necesidades.
Charles Gide
La conciencia de la abundancia significa ausencia de preocupaciones monetarias.
Deepak Chopra
La edad del caballero ha pasado. Le ha sucedido la de los sofistas, los economistas, los calculadores; y la gloria de Europa se ha extinguido para siempre.
Edmund Burke
Los boomerangs del odio, del rencor y de la crítica se revuelven contra nosotros mismos llenos de enfermedad y dolor.
Florence Scovel Shinn
La perfección de los medios de producción provoca fatalmente el camuflaje de las técnicas de explotación del hombre, y por consiguiente, de las formas de racismo.
Frantz Fanon
¿Cree usted que un periodista tiene derecho a suministrar o suprimir cualquier parte de un juicio?
Henry Brougham
El paso de los años mata a los sueños.
Ismael Díaz Lázaro
Son los ingleses los que deberían aprender nuestras lenguas -respondió Miriam. - Jamás se molestarán en hacerlo. - Por eso nunca llegarán a conocer el alma de los pueblos a los que quieren dominar.
Julia Navarro
Sí, Atenas era siempre bella y no lamentaba haber impuesto disciplinas griegas a mi vida. Todo lo que poseemos de humano, de ordenado y lúcido, a ellas se lo debemos.
Marguerite Yourcenar
Feliz el que ha regulado sus necesidades a tan justa medida, que sus riquezas puedan bastarle sin otros cuidados ni empeños, y sin que el gasto o la adquisición de las mismas le interrumpan otras ocupaciones más cualificadas, tranquilas y de su gusto.
Michel de Montaigne
El sentido del mal consistía en sobrevivir a él y estaban decididos (sin haber sido conscientes jamás de haberse hecho ese propósito) a sobrevivir a las inundaciones, a los blancos, a la tuberculosis, al hambre y a la ignorancia. Conocían bien la rabia, pero no la desesperación, y no lapidaban a los pecadores por la misma razón que no se suicidaban: estaban por encima de esas cosas.
Toni Morrison