Gozar de ocio es distinto y mejor que no hacer nada.
Atilio
A menudo por una palabra se reputa sabio a alguno y por otra palabra se sentencia la necedad de otro. Debemos ser, pues, muy cuidadosos de cuanto hayamos de decir.
Confucio
Somos el único país de América y casi del mundo que no maneja sus recursos naturales, pero hubo motivos más fuertes para tomar esta decisión.
Cristina Fernández De Kirchner
Tal vez le doy demasiada importancia.
Haruki Murakami
En primer lugar acabemos con Sócrates, porque ya estoy harto de este invento de que no saber nada es un signo de sabiduría.
Isaac Asimov
No creas que la única realidad es la que puedes ver.
Jessica Lange
Únicamente nosotros. Cada uno es responsable de su propia vida. Somos responsables de en qué nos hemos convertido.
Joël Dicker
Noche, madre sombría: cuando llegue el minuto negro de mi borrasca, hazme sufrirlo aquí, junto a la orilla del agua amarga que, si me vienen ganas de llorar, quiero tener azules las ideas, y en mis palabras el sonar de las mareas.
José Gorostiza
Me gustaría escribir un libro feliz; yo tengo todos los elementos para ser un hombre feliz; pero sencillamente no puedo. Sin embargo hay una cosa que sí me hace feliz, y es decir lo que pienso.
José Saramago
No necesito protección, yo no soy la chica que salvás, estoy bien.
Kerry Washington
Una gran simpatía por los demás proviene de un alto grado de adhesión a sí mismo.
Kōbō Abe
Ocupar en la tierra el puesto que le corresponde en vez de aceptar el que le designan: pedir y tomar su bocado; reclamar su techo y su pedazo de terruño, es el derecho de todo ser racional.
Manuel González Prada
El dinero a veces resulta demasiado caro.
Ralph Waldo Emerson
Es vulgarísima verdad que, en grado variable, el afán de aprobación y aplauso mueve a todos los hombres...
Santiago Ramón y Cajal
La buena memoria es principio de la sabiduría.
Séneca
El sacerdote debe permanecer al lado de los pobres. Pero, ¿cómo podría estar sin cesar, día y noche, en contacto con todas las miserias, infortunios e indigencias, sin llevar sobre sí mismo algo de esa santamiseria, como el polvo del trabajo? En el sacerdote, la primera prueba de su caridad es la pobreza.
Victor Hugo