No me gusta que me confundan. En mi país hay grandes escritores y poetas. Yo, a veces, le arrimo el bochín a la poesía. Es sólo una arrimada. No me comparen. Pegar un grito en el cerro no es acercarse al sermón de la montaña.
Atahualpa Yupanqui
La necesidad no conoce leyes.
Agustín de Hipona
La mujer es un ángel con un diablo en su cuerpo.
Alejandro Dumas
No tenía ni un agente ni dinero. Había trabajado durante años sólo con Meyer, que siempre me apoyaba. Me veía como un cuarentón acabado, otro actorfracasado.
Charles Napier
Me queda media cerveza en el bar que no va a discutir conmigo.
Clint Eastwood
En toda sociedad y en toda colectividad existe, debe existir, un canal, una puerta de salida por donde puedan liberarse las energías acumuladas en forma de agresividad.
Frantz Fanon
La naturaleza ha hecho de tal momo a las mujeres que no deben actuar según principios, sino de acuerdo con sentimientos.
Georg Christoph Lichtenberg
La frontera es, a veces, una manera de ir con billete de vuelta a un país en el que por razones políticas no se tiene ningún deseo de vivir.
Graham Greene
Ayer estuve espantosamente triste con una de esas tristezas que tenía en mi juventud y para librarme de las cuales hubiera sido capaz de tirarme por la ventana.
Gustave Flaubert
La religión es el conocimiento de todos nuestros deberes como mandamientos divinos.
Immanuel Kant
Los seres humanos tienen facultades más elevadas que los apetitos animales y, una vez se han hecho conscientes de ellas, no consideran como felicidad nada que no incluya su satisfacción.
John Stuart Mill
La pasión y el prejuicio gobiernan el mundo, pero bajo el nombre de la razón.
John Wesley
La democracia, más que cualquier otro régimen, exige el ejercicio de la autoridad.
Saint-John Perse
Cada persona debe trabajar para sí misma, eso es importante.
Soichiro Honda
Utilizar el orden para enfrentarse al desorden, utilizar la calma para enfrentarse con los que se agitan, esto es dominar el corazón.
Sun Tzu
Por cómo percibimos y acogemos a los otros, a los diferentes, se puede medir nuestro grado de barbarie o de civilización. Los bárbaros son los que consideran que los otros, porque no se parecen a ellos, pertenecen a una humanidad inferior y merecen ser tratados con desprecio o condescendencia.
Tzvetan Todorov