El sol asciende, el aire sopla más cálido; todo tiene el aspecto de algo recién horneado. Es como si el día, infantil, estirara los brazos y bostezase bajo un pijama de rayas.
Asier Triguero
Sólo se quiere de verdad una vez en la vida, aunque uno no se dé cuenta.
Carlos Ruiz Zafón
Que las armas se sometan a las togas.
Cicerón
No debemos sujetar nuestra nave con una ancla sólo ni nuestra vida con una sola esperanza.
Epicteto
La adversidad es una consejera excelente.
Felipe Trigo
Las intenciones morales (o inmorales) han constituido en toda filosofía el auténtico germen vital del que ha brotado siempre la planta entera.
Friedrich Nietzsche
El deseo vence al miedo, atropella inconvenientes y allana dificultades.
Mateo Alemán
La prisión es dura. No quiero pensar mucho en eso, ahora estoy libre. He soñado con este día, pues pasé la mayor parte del tiempo confinado a una celda solitaria.
Pete Doherty
Que ganas de rozarte, que ganas de tocarte, de acercarme a ti golpearte con un beso.
Ricardo Arjona
La mejor cura para la cólera es la dilación.
Séneca
La multitud expresa su simpatía: comprenden lo que es un amor no correspondido.
Suzanne Collins
La sangre de los mártires es semilla de nuevos cristianos.
Tertuliano
Espero que no tenga nada en contra de la maldad, mi querido ingeniero. A mi parecer, es el arma más brillante de la razón contra las fuerzas de las tinieblas y la fealdad. La maldad, señor, es el espíritu de la crítica, y la crítica es el origen del progreso y la ilustración.
Thomas Mann
La costumbre con la costumbre se vence.
Tomás de Kempis
Durante el día, cada vez que entablas una conversación con alguien, inmediatamente tu cerebro produce, de forma automática y natural, una cantidad tan sorprendente de imágenes y datos que ni te das cuentas. Ningún ordenador (computadora) es capaz de realizar este proceso. El ordenador más potente del mercado ya lo posees. ¡Está en tu cabeza!
Tony Buzan
Un hombre ingenioso y de buen juicio decía un día de un grave doctor: Este tal no puede dejar de ser un solemne ignorante, pues contesta a todo cuanto se le pregunta.
Voltaire