Los aplaudidores demagogos son aún más peligrosos y despreciables que los fundamentalistas. Al menos éstos tienen fe.
Arturo Pérez-Reverte
Me creo en el infierno, luego estoy allí.
Arthur Rimbaud
Voy a gritar con toda mi alma para que el mundo sepa que estoy viva. Viva de tanto vivir. Viva de tanto amar.
Chavela Vargas
Qué suerte hemos tenido quitándole un consejero al hijoputa, dándoselo a IU.
Esperanza Aguirre
No pensar más que en sí mismo y en el presente, es, en la política, una fuente de error.
Jean de la Bruyere
Sin utopía la vida sería un ensayo para la muerte.
Joan Manuel Serrat
El hombre rinde el máximo de su capacidad cuando adquiere plena conciencia de sus circunstancias.
José Ortega y Gasset
El hombre propone y Dios dispone.
Ludovico Ariosto
La verdad siempre acaba saliendo a la luz demostrándonos una vez más que lo único que vale la pena es vivir dando y recibiendo amor. Solo para eso fuimos creados.
María Vallejo-Nágera
Creo que podría vivir en Nuevo México. Es un lugar mágico de inspiración para la actuación.
Mark Margolis
El hombre es el único animal con capacidad de observarse a sí mismo y que ha sido dotado de la dolorosa capacidad de haber querido siempre saber el porqué.
Nadine Gordimer
Sí: soy un soñador. Porque un soñador es aquel que sólo encuentra su camino a la luz de la luna y cuyo castigo es ver el alba antes que el resto del mundo.
Oscar Wilde
Las personas sin credibilidad ni recursos no suelen conseguir el impulso que necesitan para lanzar sus ideas al mundo.
Seth Godin
El sistema penitenciario en Noruega funciona fatal. Te dan cama, ducha y no usan violencia ¡Es ridículo! Les tuve que incitar para que me golpearan y les insistí en que me metieran en una mazmorra de verdad.
Varg Vikernes
La luz de las estrellas que se han extinguido hace años todavía nos alcanza. Igual que los hombres ilustres que han muerto hace siglos, que nos alcanzan con las radiaciones de su personalidad.
Yibrán Jalil Yibrán
Las emociones, en efecto, no siguen un orden fijo. Antes bien, y al igual que las partículas del éter, prefieren revolotear con libertad y flotar eternamente trémulas y cambiantes.
Yukio Mishima