Tan peligroso puede ser un estúpido ilustrado como un cateto a quien la inteligencia no le sirve para dejar de serlo.
Arturo Pérez-Reverte
Toda división entre los bautizados en Jesucristo es una herida a lo que la Iglesia es y a aquello para lo que la Iglesia existe...
Benedicto XVI
No era fácil como a mí me parecía, dejar todo y seguir sola en la vida, dejar a un costado todo lo que pasamos, llegar a olvidar cuanto nos amamos. Es la vida que me alcanza, es la vida que me alcanza...
Celeste Carballo
Dios concede la libertad solamente a aquellos que la aman y están siempre dispuestos a guardarla y defenderla.
Daniel Webster
Sobre las cosas que no se conocen siempre se tiene mejor opinión.
Gottfried Leibniz
Si sabes lo rico que eres, no eres rico. Pero yo no soy consciente de la magnitud de mi riqueza. Eso es lo rica que soy.
Imelda Marcos
Pero si dos personas no paran de buscarse, no resulta tan extraño que al final se encuentren por casualidad.
Jostein Gaarder
La honestidad es el camino a la reconciliación.
Luis Zapata B.
Los regímenes totalitarios no marcan una superioridad sobre las democracias más que cuando éstas se hallan interiormente podridas.
Manuel Chaves Nogales
Creo que sólo hubiera podido amar a un ser perfecto y soy demasiado mediocre para merecer que me aceptara, incluso si lo encuentro algún día.
Marguerite Yourcenar
Nuestro negocio es la tecnología, pero también lo son las operaciones y las relaciones con los clientes.
Michael Dell
Satanás fue el primer rebelde, el primer librepensador y emancipador de los mundos.
Mijaíl Bakunin
Pero Adrián no se fijaba en los seres humanos. Ávido, llenaba sus pulmones con el aire puro que surgía de la arena recientemente regada y se confundía, como en un bálsamo, con el olor de las flores.
Panait Istrati
El mercado quiere expertos y asume que un profesional no puede ser un experto en muchos campos.
Raimon Samsó
Aprendemos a razonar del mismo modo que aprendemos a hablar: por imitación.
Ricardo García Damborenea
Es bello lo que procede de una necesidad interna del alma.
Vasili Kandinski