El español no es una lengua nacionalista, porque no es una seña de identidad para nadie; es plurinacional y multilingüe. A pesar de lo que dicen los estúpidos y los manipuladores, es una lengua generosa, abierta, donde cabe todo el mundo y donde cualquier variante documentada con rigor es incorporada.
El secreto de mi éxito está en pagar como si fuera pródigo y en vender como si estuviera en quiebra.