El ser humano pasa la mayor parte de su vida buscando pretextos para atenuar el remordimiento propio.
Arturo Pérez-Reverte
No escribo a sus reverencias por no gastar tiempo sin mucha necesidad.
Ana de Jesús
La muerte es de una vulgaridad absoluta; todos los nacidos terminan pasando por ella.
Camilo José Cela
Necesito de alguien, que venga a luchar a mi lado sin ser llamado. Alguien lo suficientemente amigo, cómo para decirme las verdades que no quiero oír, aún sabiendo que puedo irritarme. Por eso, en este mundo de indiferentes, necesito de alguien que crea en esa cosa misteriosa, desacreditada y casi imposible: ¡ LA AMISTAD !
Charles Chaplin
Libertad va buscando, que le es tan cara, como lo sabe quien la vida por ella deja.
Dante Alighieri
Puede tener juzgamiento político. No puede tener juzgamiento político que esté fundado en principios jurídicos. Y yo quiero decir eso con mucha tranquilidad, porque fui objeto de un juzgamiento político basado en una legislación durante la dictadura.
Dilma Rousseff
Más vale perder lo servido que la vida por cobrallo.
Fernando de Rojas
Hay una inconstancia que proviene de la ligereza del espíritu o de su debilidad, que le hace acoger todas las opiniones ajenas, y hay otra, más excusable, que proviene del hastío de las cosas.
François de La Rochefoucauld
Pesada es la piedra y densa la arena; pero no son nada al lado de la furia de un idiota.
Jack Herbert
Madrid yace envuelto en sueño, todo al silencio convida.
José de Espronceda
Demos bastante si queremos conseguir mucho.
Juan Bosco
Para decirlo con toda franqueza, en todas las aldeas se necesita un breve período de terror.
Mao Zedong
No dejes para mañana el tratar de encajarle a alguien lo que tienes que hacer hoy. -Felipe.
Quino
Condenando el parasitismo de la Nobleza inglesa y la naciente clase capitalista, Moro describió a los propietarios de profesion, como los zánganos, viven del trabajo ajeno, concretamente del trabajo vivo de los inquilinos, a los que mondan hasta la carne viva.
Tomás Moro
La risa es el sol que ahuyenta el invierno del rostro humano.
Victor Hugo
No dejo de asombrarme, de quedarme sin habla. Escucha cuán rápido me late tu corazón.
Wislawa Szymborska