En literatura, el tiempo es un naufragio en el que Dios reconoce a los suyos.
Arturo Pérez-Reverte
Cuando descubres lo que te gusta, realmente estás descubriéndote a ti mismo.
Agnes Martin
Y desde el cielo, a pesar de la intensa oscuridad, puede observarse como los coches de Ángel y Fernando se paran en medio de la carretera de salida de Belchite.
Alberto Bellido García
La felicidad no es el principio de la familia; no puede fundamentarse la familia sobre la base de la felicidad. Ni la familia ni ninguna otra cosa.
André Beaunier
Me siento un poco Napoleón.
Cristina Fernández De Kirchner
Es un fenómeno conocido, observado a menudo por los historiadores de las religiones: los desmentidos de la realidad, en lugar de arruinar una creencia, tienden por el contrario a reforzarla.
Emmanuel Carrère
Soledad, sólo tú no me has envilecido.
Goethe
Solemos llamar vivir a sentirnos empujados por las cosas en lugar de conducirnos con nuestra propia mano.
José Ortega y Gasset
Las doctrinas falsas suelen buscar la imposición, las verdaderas prefieren justificarse.
Julián Marías
Los mortales habitan en la medida en que reciben el cielo como cielo; en la medida en que dejan al sol y a la luna seguir su viaje, a las estrellas su ruta, a las estaciones del año su bendición y su injuria; en la medida en que no convierten la noche en día, ni hacen del día una carrera sin reposo.
Martin Heidegger
Los triunfadores tienen mucha suerte. Si no lo crees, pregúntale a un fracasado.
Michael Levine
Cualquier resultado en el mundo material no es más que la manifestación de una decisión interna, consciente o inconsciente, tomada con anterioridad.
Raimon Samsó
También es mi primera vez, siente como tiemblo, ya ves tuve sexo mil veces pero nunca hice el amor.
Ricardo Arjona
Es posible la liberación y la renovación, así como la esclavitud y la muerte existencial.
Ronald David Laing
Era el hijo menor, y la tradición familiar mandaba a los hijos menores a una iglesia u otra, donde no pudieran hacer mucho daño en el aspecto físico. Pero el exceso de lectura se había cobrado su precio. William descubrió que ahora rezar le parecía una forma sofisticada de suplicarle a las tormentas.
Terry Pratchett
Cada mañana ¿dónde va pensativa la primavera?
Yosa Buson