Me siento más en casa que si viajo a París, por ejemplo, no soy nada patriotero, pero es que para mí, mi nación es mi lengua y mi cultura.
Arturo Pérez-Reverte
De Filippo ha sido mi maestro, pero no me gusta: un dramaturgo que ha tenido más de lo que merecía.
Aldo Giuffré
La felicidad es darse cuenta que nada es demasiado importante.
Antonio Gala
... cada uno individualmente leyera y releyera de continuo y con suma atención el Libro de la ley...
Baruch Spinoza
Mi padre dió su vida en aras del conocimiento.
Brad Pitt
Las mujeres felices, como las naciones felices, no tienen historia.
George Eliot
Es un gran error suponer que una mujer sin corazón sea fácil de contentar en los asuntos amorosos.
Harriet Beecher Stowe
Esforzarse al máximo dentro de los límites que tienes asignados.
Haruki Murakami
Con los hombres y las mujeres sucede lo mismo que con los melones de elección quéjese de su mala suerte, pero no desacredite la mercancía.
Leandro Fernández de Moratín
Una organización empresarial cuyos empleados son felices es más productiva, tienen la moral más alta y cambia menos de personal. Por consiguiente, cualquier directivo que quiera que su organización prospere ha de saber qué es lo que hace feliz a la gente y poner en práctica ese conocimiento de la forma más eficaz posible.
Mihály Csíkszentmihályi
Y, en fin, inquieto y violento por donde quiera que voy, soy todo y nada, pues soy el humano pensamiento. variedad tan singular, pues quien vive sin pensar no puede decir que vive.
Pedro Calderón de la Barca
Daba besos de segunda boca.
Ramón Gómez de la Serna
Mis lágrimas deben cesar, porque cada gota es como aguja punzante.
Thomas Hood
Nunca he observado que la honradez de los hombres aumente con su riqueza.
Thomas Jefferson
La muerte es dulce para los que la vida es amarga.
Tommaso Campanella
Y al lado del instinto de supervivencia, al lado de la fuerza hipnótica de las grandes ideas, trabaja también una tercera fuerza: el terror ante la violencia ilimitada de un Estado poderoso que utiliza el asesinato como medio cotidiano para gobernar.
Vasili Grossman