La violencia no es sino una expresión del miedo.
Arturo Graf
Con el fin de disfrutar de los inestimables beneficios que la libertad de prensa asegura, son necesarios los inevitables males que crea.
Alexis de Tocqueville
La sociedad se tiene que concenciar de que no existen perfiles de víctimas de violencia de género.
Ana Isabel Gutiérrez Salegui
El literato de puerta cerrada no sabe nada de la vida. La política, el amor, el problema económico, el desastre cordial de la esperanza, la refriega directa del hombre con los hombres, el drama menudo e inmediato de las fuerzas y las direcciones contrarias de la realidad, nada de esto sacude personalmente al escritor de puertas cerradas.
César Vallejo
Mi nobleza comienza en mí, pero la tuya termina en ti.
Ifícrates
Los claros del cielo y la luna y la nieve son un color.
Imaizumi Sogetsu
Quería hacer el amor amando, por el placer del cuerpo y la tranquilidad del espíritu.
Isabel Allende
Como quiera que todo mal es un castigo, síguese que ningún mal debe considerarse como necesario.
Joseph de Maistre
El hombre es lo que come.
Ludwig Feuerbach
En el tu, tenian bajo su jurisdicción entre diez mil y cincuenta o sesenta mil habitantes. Tenían fuerzas armadas propias, como los cuerpos de defensa; facultad para establecer impuestos por su propia cuenta, como por ejemplo, el impuesto por mu de tierra, y facultades judiciales propias, como la de detener, encarcelar, interrogar y castigar a su antojo a los campesinos.
Mao Zedong
Lo que hace celoso al amante no es el afecto que siente por ella sino el miedo a la humillación pública si su querida cambiara de sentimientos hacia él.
Marqués de Sade
Todo es verdad. Todo lo que las personas han pensado alguna vez.
Philip K. Dick
La libertad no es poder actuar arbitrariamente sino la capacidad de hacerlo sensatamente.
Rudolf Virchow
Uno solo encuentra una vez en la vida a esos amigos que se encuentran solo una vez en la vida.
Stephen King
Dirijo a hombres y le doy a América esperanza.
Steve Carrell
Decimos una tontería y a fuerza de repetirla acabamos creyéndola.
Voltaire