¡Pobre del amor a quien la fantasía abandona!
Arturo Graf
Hay que inocularse todos los días de fantasía para no enfermarse de realidad.
Anónimo
Lo esencial para ser feliz es mantener siempre bien colmado el corazón, incluso de dolor. Sí; incluso de dolor, y aun el dolor más amargo.
Auguste Comte
Si haces creer a la gente que piensan, te adorarán. pero si realmente los haces pensar te detestarán.
Don Marquis
A veces sueño que a Michael le pase algo, así Ferrari me daría la prioridad a mí
Eddie Irvine
Un poco más de persistencia, un poco más de esfuerzo, y lo que parecía un fracaso sin esperanza puede convertirse en un glorioso éxito.
Elbert Hubbard
Pero la felicidad de uno pasa por eso precisamente, por hacer lo que creemos correcto, aunque no guste a todos...
Esteban Navarro
Cómo vivir con la certidumbre de que la ausencia ha puesto sitio a nuestra casa ya en sombra.
Hugo Gutierrez Vega
Un hombre de talento nunca cae en el engaño. Sus errores son deliberados y son portales del descubrimiento.
James Joyce
Si hay algún mensaje de mi trabajo es, en última instancia, que está bien ser diferente, que es bueno ser diferente, que debemos cuestionarnos a nosostros mismos antes de emitir un juicio sobre alguien que aparenta diferente, se comporta diferente, habla diferente, o es de un color diferente.
Johnny Depp
Ser inmortal es baladí; menos el hombre, todas las criaturas lo son, pues ignoran la muerte; lo divino, lo terrible, lo incomprensible, es saberse inmortal.
Jorge Luis Borges
Con la gracia de Dios, tú has de acometer y realizar lo imposible..., porque lo posible lo hace cualquiera.
Josemaría Escrivá de Balaguer
En ésta tierra hay ángeles a nuestro alrededor... bajo disfraces sutiles.
Lance Armstrong
Porque no hay nada que deteste más que el hedor de la mentira.
Martin Sheen
El encanto del matrimonio es que provoca el desencanto necesario por las dos partes.
Oscar Wilde
Un paisaje me llevaba a otro; la cima de una colina, a otra cercana, en la mitad del condado, y ya que mi respuesta no podía ser más que la de mover una palanca, dejé que el condado fluyera bajo mis ruedas.
Rudyard Kipling