Augusto había muerto y todo había acabado. Una vida, un hombre, un Imperio.
Artur Balder
La gente que deja de creer en Dios, o en la bondad, sigue creyendo en el demonio.
Anne Rice
Son ellos o nosotros.
Antonio Resines
La naturaleza, como se ha dicho, es el conjunto de todos los seres y de todos los movimientos de los que tenemos conocimiento, así como de otros muchos de los que nada podemos saber, puesto que son inaccesibles a nuestros sentidos.
Barón de Holbach
Siento una gran frustración de un sector que ha tenido un gran crecimiento, poder exportador... y que parece que nada le alcanza.
Cristina Fernández De Kirchner
Recuerdo que cuando salió 8 Mile de repente yo estaba siendo apreciado. Eso fue extraño. Yo estaba como Oh, mierda, hay personas de edad viniendo a mí y diciendo que les gusta mi música y que yo las metí en el hip-hop.
Eminem
El hombre odia a quien le hace sentir su propia inferioridad.
Felipe Stanhope de Chesterfield
Los médicos tapan sus errores con tierra, los abogados con papeles y los arquitectos aconsejan poner plantas.
Frank Lloyd Wright
Mientras corre parece un boxeador luchando contra su sombra.
Jean Echenoz
Tu luz es lo que más me apesadumbra y si enciendes mis ojos con tu vida el corazón me dobla la penumbra.
Jorge Cuesta
Quisiera ay tantas cosas más quisiera. Revelar tus ojos, celebrar tu nombre y salir contigo disfrazado de horizonte.
Juan Luis Guerra
Los comunistas deben ser los más perspicaces, los más dispuestos a sacrificarse, los más firmes y los más capaces de apreciar las situaciones sin ideas preconcebidas; tienen que apoyarse en la mayoría de las masas y conquistar su apoyo.
Mao Zedong
El jurado está compuesto por doce personas elegidas para decidir quien tiene el mejor abogado.
Robert Frost
Para el progreso es más importante la velocidad que la dirección.
Thornton Wilder
La vida se extingue allí donde existe el empeño de borrar las diferencias y las particularidades por la vía de la violencia.
Vasili Grossman
Los que pueden actúan, y los que no pueden, y sufren por ello, escriben.
William Faulkner