Hasta cuando se encuentran en la calle, las mujeres se miran una a otras como guelfos y gibelinos.
Arthur Schopenhauer
Saber es relativamente fácil. Querer y obrar de acuerdo a lo que uno quisiera, es siempre más duro.
Aldous Huxley
No es que no nos dimos cuenta que YPF andaba mal, es que les tuvimos paciencia.
Axel Kicillof
Si el cine consigue que un individuo olvide por dos segundos que ha aparcado mal el coche, no ha pagado la factura del gas o ha tenido una discusión con su jefe, entonces el Cine ha alcanzado su objetivo.
Billy Wilder
Los apellidos que llevan los nicaragüenses son los de los conquistadores españoles.
Carlos Fonseca
Si encuentras un tema que suena bien esta noche, ¡tócalo todas las noches!
Count Basie
Cuando te apegas a los objetos, cuando los usas para justificar tu valía ante ti mismo o a ojos de los demás, la preocupación por las cosas puede adueñarse completamente de tu vida. Cuando te identificas con las cosas, no las aprecias por lo que son, porque te estás buscando en ellas.
Eckhart Tolle
Lo blando es más fuerte que lo duro; el agua es más fuerte que la roca, el amor es más fuerte que la violencia.
Hermann Hesse
¿Es que se acaba de amar alguna vez? Hay gente que ha muerto ya y que yo siento que amán aun.
Honoré de Balzac
Nunca odies una canción que vendió medio millón de copias.
Irving Berlin
Vivirlibre y zafarse lo más posible de las cosas de este mundo, es el mejor modo de aprender a morir.
Jean-Jacques Rousseau
La corrupción se detiene en la puerta de mi despacho.
Joaquín Balaguer
Los animales no atacan por maldad, sino para sobrevivir, lo mismo ocurre con aquellos que critican, desean tu sangre, no tu dolor.
Michael Jackson
Lo mejor que la naturaleza ha dado al hombre es la brevedad de su vida.
Plinio
Cuando la ingratitud eriza de púas el dardo de la injuria, la herida es doblemente peligrosa.
Richard Brinsley Sheridan
Me senté, mirando aquel paisaje rico en bosques, refulgente con la luz majestuosa y melancólica que a cada momento disminuía más. Los rincones de la habitación se encontraban ya en sombras. Todo oscurecía y la lobreguez insensiblemente afinaba mi mente, de por sí preparada para lo siniestro. Esperaba a solas su llegada, que no tardó en ocurrir.
Sheridan Le Fanu