Para leer lo bueno es necesario no leer lo malo, porque la vida es corta y el tiempo y las fuerzas limitadas.
Arthur Schopenhauer
El amor es un juego; el matrimonio, un negocio.
Alberto Moravia
Los exámenes son formidables incluso para el mejor preparado, ya que el mayor estúpido puede preguntar más de lo que el mayor sabio pueda responder.
Charles Caleb Colton
Cuando lo hayas encontrado, anótalo.
Charles Dickens
En verdad, lo que amamos en la mujer no es la mujer, sino el espíritu; y quien busque en la mujer más que el espíritu, será abandonado por Brahma.
Emilia Pardo Bazán
No conviene mostrar la verdad desnuda, sino en camisa.
Francisco de Quevedo
El dolor, no lo olvidará; pero no le oscurecerá el corazón, y le dará sabiduría.
J. R. R. Tolkien
Etiqueta ante todo. Mata a su madre pero no se va a poner unos pantalones grises.
James Joyce
Si un individuo es pasivo intelectualmente, no conseguirá ser libre moralmente.
Jean Piaget
No podrías vivir con tu propio fracaso.
Josh Brolin
Nada es más fácil que censurar a los muertos.
Julio César
Con pensamientos claros y limpios y la práctica del bien seréis hombres transparentes y justipreciados, como el agua de las fontanas de las altas montañas, como el rocío que desciende del firmamento y se acuna y brilla en la mañana, como el diamante que resiste duros golpes y continúa impertérrito irradiando esplendores y venciendo las agresiones de la sombra y la tiniebla.
Luis Alberto Costales
Hay millones de artistas que crean; sólo unos cuantos miles son aceptados o, siquiera, discutidos por el espectador; y de ellos, muchos menos todavía llegan a ser consagrados por la posteridad.
Marcel Duchamp
Teníamos el cielo allá arriba, todo tachonado de estrellas, y solíamos tumbarnos en el suelo y mirar hacia arriba, y discutir si las hicieron o si acontecieron sin más.
Mark Twain
En los ánimos encogidos nunca tuvo lugar la buena dicha.
Miguel de Cervantes
El mundo es tu cuaderno de ejercicios, en cuyas páginas realizas tus sumas. No es la realidad, aunque puedes expresar la realidad en él si lo deseas. También eres libre de escribir tonterías o embustes, o de arrancar las páginas.
Richard Bach