No hay ningún viento favorable para el que no sabe a qué puerto se dirige.
Arthur Schopenhauer
Cada vez que hago bien, oh corazón, me invade una dulzura fresca, cuya virtud comprendo; veo dulces sonrisas en bocas que no existen, y manos invisibles que me están aplaudiendo.
Agustín Acosta
La tela es ante todo una superficie en blanco que es preciso llenar con algo.
Antonio Saura
¿Sabes? todas mis canciones podían estar mejor escritas. Esto es algo que me preocupaba antes, pero ya ha dejado de preocuparme. Nada es perfecto, y por eso no tengo por qué esperar que yo sea perfecto.
Bob Dylan
El músico que no tenga un sentimiento o una ideología que trasmitir, está en la profesión equivocada.
Enrique Bunbury
Calza unos zapatos de tacón alto. Siempre seguirás siendo lo que eres.
Goethe
Hoy poseen el dinero los judíos, y son los amos del Mundo; también lo poseían en la Edad Media y eran la hez del Mundo.
José Ortega y Gasset
Los hechos son como los sacos; si están vacíos no pueden tenerse en pie.
Luigi Pirandello
El niño que tiene libertad y oportunidad de manipular y usar su mano en una forma lógica, con consecuencias y usando elementos reales, desarrolla una fuerte personalidad.
Maria Montessori
Me gustaría mirar todo de lejos pero contigo.
Mario Benedetti
No puede afirmarse que el socialismo fracasó, ya que nunca se lo ensayó, ni en el imperio soviético ni en ninguna otra parte. Lo que fracasó en la URSS fue el socialismo autoritario, esa imposible tentativa de imponer la igualdad a palos.
Mario Bunge
Te voy a decir una cosa. Si lo intentas y pierdes, no será culpa tuya. Pero si no lo intentas y perdemos, será por tu culpa.
Orson Scott Card
No te envanezca ser amado mucho por una mujer a quien profesas ardiente amor.
Pitágoras
Escucha, serás sabio. El comienzo de la sabiduría es el silencio.
La belleza y el interés deben buscarse por el mismo camino.
Plotino
El mundo lo llama placer. Mi tío lo colecciona -lo mantiene limpio y ordenado, en estantes protegidos, pero lo conserva de un modo extraño no para su propio deleite, no, eso nunca; más bien, porque proporciona combustible para la satisfacción de una curiosa lujuria. Me refiero a la concupiscencia del bibliotecario.
Sarah Waters