Todo hombre quiere llegar a viejo, es decir, a una época de la vida en que pueda lamentarse de las cosas que pasan y anunciar calamidades todavía mayores para el mañana.
Arthur Schopenhauer
Acaso la memoria sea el eco de la secreta melodía del origen.
Beatriz Villacañas
Me levanté y fui hacia el jodido cuarto de baño. Odiaba mirarme en aquel espejo pero lo hice. Vi depresión y derrota. Unas bolsas oscuras debajo de mis ojos. Ojitos cobardes, los ojos de un roedor atrapado por un jodido gato. Tenía la carne floja, parecía como si le disgustara ser parte de mí.
Charles Bukowski
Sueño, esos pedacitos de muerte. ¡Como los odio!
Edgar Allan Poe
Me gustas como el carajo. Te deseo como el carajo. No me importa el resto del mundo.
Elis Regina
Toda la filosofía se basa en dos palabras: sustentarse y abstenerse.
Epicteto
No importa lo que Ferrari diga, tiene mayores recursos que ningún otro equipo. Y, además, en mi opinión, también tiene al mejor piloto...
Fernando Alonso
La verdadera educación no sólo consiste en enseñar a pensar sino también en aprender a pensar sobre lo que se piensa y este momento reflexivo -el que con mayor nitidez marca nuestro salto evolutivo respecto a otras especies- exige constatar nuestra pertenencia a una comunidad de criaturas pensantes.
Fernando Savater
Tu entraña fuese y sería quemada en marchas tuyas que nunca más oigo, ¡y en tu pasión que retumba en la noche, como demencia de mares solos!.
Gabriela Mistral
La recompensa del sufrimiento es experiencia.
Harry S. Truman
En matemáticas uno no entiende las cosas, se acostumbra a ellas.
John von Neumann
La crisis ha demostrado que la autorregulación -que propugnaba la industria financiera y que para mí era un oxímoron- no funciona.
Joseph Stiglitz
Todo pasará, pero lo hecho, hecho queda.
Máximo Gorki
Con software libre tienes libertad.
Richard Stallman
Sobre este muro frío me han dejado con la sombra ceñida a la garganta, donde oprime sus brotes de tormenta un canto vivo hasta quebrarse en ascuas.
Sara De Ibáñez
Trata de no censurar, porque todos somos pecadores.
William Shakespeare