Los escritores pueden dividirse en tres clases: estrellas errantes, planetas y estrellas fijas.
Arthur Schopenhauer
¡Cuán expedita sería la administración de la justicia si no hubiera abogados, procuradores, notarios, pasantes y otras tales harpías del género humano!
Annibale Caro
Hoy es hoy, vivelo porque no regresa.
Axel Fernando
Los amores son vientos necesarios para poner a la gente en movimiento, aunque a veces desencadenan tormentas.
Bernard Le Bovier de Fontenelle
Nuestra lealtad es para las especies y el planeta. Nuestra obligación de sobrevivir no es sólo para nosostros mismos sino también para ese cosmos, antiguo y vasto, del cual derivamos.
Carl Sagan
La fantasía es un ingrediente necesario en la vida, es a forma en la vida en la que lo malo termina al final del telescopio.
Dr. Seuss
Cuando te haces amigo del momento presente te sientes como en casa dondequiera que estés. Si no te sientes cómodo en el ahora, te sentirás incómodo dondequiera que vayas.
Eckhart Tolle
La burguesía occidental ha levantado suficientes barreras y alambradas para no temer realmente la competencia de aquellos a quienes explota y desprecia.
Frantz Fanon
El ajedrez es un expediente tonto que hace creer a la gente inactiva que hacen una cosa muy astuta cuando solamente están perdiendo su tiempo.
George Bernard Shaw
Hay personas que cuanto más se hace por ellos menos hacen ellos por sí mismos.
Jane Austen
No es posible esconder el amor a los ojos del amante.
John Crowne
Las drogas pueden ser muy divertidas, pero te hacen ver el lado más terrible y crudo del ser humano.
Kate Moss
Erik era una de esas personas ineptas a las que asusta tanto la vida que prefieren vivir subyugados por una autoridad de hierro y que un gobierno que no admite discusión les diga qué tienen que hacer y pensar. Eran idiotas y peligrosos, pero había muchos como él.
Ken Follett
Prefiero una mala película, que una mala conversación.
Pedro Ruiz
El temor exagerado a la pobreza hace llevar a muchos una vida de mendigos.
Reinaldo Temprano
Es mejor ser rey de tu silencio que esclavo de tus palabras.
William Shakespeare