Para mí, la fe comienza al darse cuenta de que una inteligencia suprema creó el universo e hizo al hombre. No me resulta difícil tener esa fe, pues es incontrovertible que todo plan es fruto de una inteligencia.
Arthur Compton
No creo en Dios pero estoy muy interesado en él.
Arthur C. Clarke
El trabajo nos conduce contra el dolor.
Cicerón
La política ha dejado de ser una política de ideales para convertirse en una política de programas.
Enrique Tierno Galván
A veces la impaciencia da más frutos que los más profundos cálculos.
George Bernard Shaw
En el estilo de mentir de cada persona veras su alma, pues no encontrarás ninguna cosa que diga más la verdad.
H.L. Weniger
Me he dado cuenta de que a menudo, los corazones de los hombres no son tan malos como sus actos, y casi nunca como la maldad de sus palabras.
J. R. R. Tolkien
Al no conectar iniciativas de diferentes ministerios y organismos, los gobiernos desaprovechan posibilidades de hallar sinergias y de generar un enfoque más holístico en la promoción del bienestar de la sociedad.
Jeremy Rifkin
El tema de la envidia es muy español. Los españoles siempre están pensando en la envidia. Para decir que algo es bueno dicen: Es envidiable.
Jorge Luis Borges
... a Gil Robles debía darle vergüenza haber sacado, como lo hizo, a los frailes y monjas de los conventos mandándoles a votar por las derechas, y a comprar votos. Aquí sí que medió una orden de arriba, una orden de Roma.
José Díaz Ramos
La victoria está hecha de cesiones.
José Martí
Cuando la edad enfría la sangre y los placeres son cosa del pasado, el recuerdo más querido sigue siendo el último, y nuestra evocación más dulce, la del primer beso.
Lord Byron
Mi buena opinión, una vez perdida, está perdida para siempre.
Matthew Macfadyen
Creo que cada ser humano tiene un número finito de latidos. No tengo intención de desperdiciar alguno de los mios corriendo haciendo ejercicios.
Neil Armstrong
Me considero una mujer militante de aquellas causas que todavía no tienen voz.
Rigoberta Menchú
Siempre utilizo el trabajo para canalizar mis emociones. Así no hago daño a nadie, salvo a mí mismo.
Suzanne Collins