Una de las pruebas del liderazgo es la capacidad de reconocer un problema antes de que sea una emergencia.
Arnold H. Glasow
Los hombres que tienen la expresión inteligente, defraudan después porque no dan todo lo que nos prometieron. En este sentido, es una ventaja parecer tonto.
Alain
El ser más insignificante puede ser amado, si sabe organizar la incertidumbre.
André Maurois
Los sentimientos de nuestro corazón, la agitación de nuestras pasiones, la intensidad de nuestros sentimientos debilitan sus conclusiones y reducen al filósofo profundo a un mero plebeyo.
David Hume
La educación de la mujer no puede llamarse tal educación, sino doma, pues se propone por fin la obediencia, la pasividad y la sumisión.
Emilia Pardo Bazán
Comíamos bien y barato, bebíamos bien y barato, y juntos dormíamos bien y con calor, y nos queríamos.
Ernest Hemingway
Bien sé a cuántos contradigo, y reconozco los que se han de armar contra mí; mas no fuera yo español si no buscara peligros, despreciándolos antes para vencerlos después.
Francisco de Quevedo
La política es la ciencia y el arte del compromiso.
Franz Liszt
La domesticación no mejora a la bestia, la enferma, hace que se aborrezca a si misma, la llena de odio hacia los instintos vitales, la llena de desconfianza hacia todo lo que sigue siendo fuerte y feliz. En una palabra, la hace cristiana.
Friedrich Nietzsche
Mi familia quería que fuera un maestro. Es seguro, Ser un pintor es terrible.
Joseph Albers
No es que nosotros seamos tan buenos, sino que los demás son peores.
Juan Domingo Perón
El oro circula porque tiene valor, pero el papel moneda tiene valor porque circula.
Karl Marx
La religión dice: ¡Haz esto!, ¡piensa así! Pero no puede fundamentarlo y cuando lo intenta repugna; pues para cada una de las razones que dé, existe una razón contraria sólida. Más convincente seria decir ¡Piensa así!, por extraño que te parezca. O: ¿No quisieras hacer esto?, tan repugnante no es.
Ludwig Wittgenstein
La naturaleza no da la virtud: es el arte de hacerse bueno.
Séneca
Es el primer beso del que ambos somos plenamente conscientes. Ninguno está debilitado por la enfermedad o el dolor, ni tampoco desmayado; no nos arden los labios de fiebre ni de frío. Es el primer beso que de verdad hace que se me agite algo en el pecho, algo cálido y curioso. Es el primer beso que me hace desear un segundo.
Suzanne Collins
Burgueses, arribistas que sacan la escalera tras ellos y no dejan subir al pueblo.
Victor Hugo