Difícil es, ciertamente, soportar a los demás; pero es más difícil quizá soportarse a sí mismo. Todo hombre que busca con sinceridad su perfeccionamiento, no puede menos de sentirse bien fatigado al final de la jornada.
Armando Palacio Valdés
La literatura puede ser citada como testigo ante el tribunal de la historia o del derecho, como testimonio del filósofo, como cuerpo de experimentación del sabio.
Alfonso Reyes Ochoa
El hombre superior es cortés, pero no rastrero; el hombre vulgar es rastrero, pero no cortés.
Confucio
La muerte de una mujer hermosa es pues incuestionablemente el tema más poético del mundo, e igualmente está fuera de duda que los labios más adecuados para ese tema son los del amante en duelo.
Edgar Allan Poe
La única originalidad del amor es que hace la felicidad indistinta de la desdicha.
Emil Cioran
Nada es sencillo, soy maestra de ballet y nada es sencillo.
Geraldine Chaplin
Con el culto al bienestar, a la diversión, a la felicidad aquí y ahora, triunfa un ideal de vida ligero, hedonista y lúdico.
Gilles Lipovetsky
La Europa del mercado común tiene como primer proyecto a Hitler.
Gustavo Bueno
Una blandura que no enternece, una energía que no fortalece nada, una concisión que no dibuja ningún tipo de rasgos, un estilo del cual no emanan ni sentimientos ni imágenes ni pensamientos no posee ningún mérito.
Joseph Joubert
Cuando no hablamos de Dios o en el nombre de Dios, es porque el diablo nos habla y nos escucha en un silencio formidable.
León Bloy
Resistir es que cada Venezolano defienda su propiedad, sea su casa, su negocio o su pensión.
María Corina Machado
Los funcionarios son como los libros de una biblioteca: los que están en los lugares más altos son los que menos sirven.
Paul Masson
No hay árbol que el viento no haya sacudido.
Proverbio Hindú
Estoy que escucho hasta a los pajaritos, ni con los mosquitos me complico.
Tego Calderón
Las flores más bellas son en ocasiones las más peligrosas.
V De Vendetta
Excelente cosa es tener la fuerza de un gigante, pero usar de ella como un gigante es propio de un tirano.
William Shakespeare