En este mundo, los errores se expían como si fuesen crímenes.
Armando Palacio Valdés
Los que no quieren ser vencidos por la verdad, son vencidos por el error.
Agustín de Hipona
¿Qué estrellas son esas que cantan maravillosas cuando el mundo languidece inmerso en una espantosa disonancia?
Anne Rice
Cuando la felicidad viene a nosotros, no viene con aquellos ropajes con que nosotros esperábamos encontrarla.
Augusta Amiel-Lapeyre
Los rusos han amañado el ajedrez mundial.
Bobby Fischer
Tienes que tener espíritu de lucha, forzar los movimientos y aprovechar las oportunidades.
¡Hoka Hey!_ (Con esta frase era con la que el jefe de guerra Sioux, Tasunka Witko (Caballo Loco o Crazy Horse) lanzaba a la batalla a sus bravos contra los wasichus (hombres blancos). La traducción indica el carácter eminentemente romántico de estos hombres guerreros: Hoy es un buen día para morir.)
Caballo Loco
Al mismo río entras y no entras, pues eres y no eres.
Heráclito
Cuanto más conozco el mundo, más me desagrada, y el tiempo me confirma mi creencia en la inconsistencia del carácter humano, y en lo poco que se puede uno fiar de las apariencias de bondad o inteligencia.
Jane Austen
El mundo es en gran medida para nosotros una carga o una distracción. No vivimos suficientemente para sentir el golpe de los sentidos, ni siquiera para que nos mueva el pensamiento. Nos oprimen nuestras circunstancias o somos insensibles a ellas.
John Dewey
Si yo te debo una libra, tengo un problema; pero si te debo un millón, el problema es tuyo.
John Maynard Keynes
Canta en la noche, canta en la mañana, ruiseñor, en el bosque tus amores; canta, que llorará cuando tú llores el alba perlas en la flor temprana.
José de Espronceda
Los besos en el cuerpo hacen llorar. Diríase que consuelan.
Marguerite Duras
Edson Arantes do Nascimento, más conocido como Pelé, entrega el premio a Damon Hill, más conocido como... Damon Hill.
Murray Walker
Si quieres hacer algo en la vida, no creas en la palabra imposible. Nada hay imposible para una voluntad enérgica.
Pío Baroja
Así como al jinete, si quiere permanecer sobre el caballo, a menudo no le queda otro remedio que conducirlo a donde este quiere ir, también el yo suele trasponer en acción la voluntad del ello como si fuera la suya propia.
Sigmund Freud