También elogiamos al sabio por su habito, y a los hábitos dignos de elogio los llamamos virtudes.
Aristóteles
Cuéntame cómo va cayendo el sol, mientras hablas pensaré: ¡qué guapa esta! Qué suerte ser la mitad del cuento de un atardecer que observo al escucharte porque mis ojos son tu voz.
Alejandro Sanz
No renunciaré, no me suicidaré, no me iré del país.
Arturo Frondizi
La fe que más le gusta a Dios es la esperanza.
Charles Péguy
No tenemos más derecho a consumir felicidad sin producirla, que a consumir riqueza sin producirla.
George Bernard Shaw
La muerte es un refugio delicioso para los hombres cansados.
Heródoto
Echó afuera esa imperiosa necesidad de culpar a los otros, que es patrimonio específico de los corazones inferiores.
Horacio Quiroga
Penetrar en la mente de una mujer inteligente y quedarse allí a vivir un tiempo (o una vida) es un privilegio reservado a muy pocos.
Ignacio Novo Bueno
He cometido un error fatal - y lo peor de todo es que no sé cúal.
José Emilio Pacheco
Cualquier verdad ignorada prepara su venganza.
José Ortega y Gasset
Nuestra naturaleza se compone de su debilidad y de su potencia, de su amplitud y de su limitación. Necesitamos doctrinas acomodadas, por un lado, a nuestras debilidades, de lo contrario, no podríamos soportarlas, retenerlas, conservarlas; y por otro, convenientes a nuestra fuerza, si no, no podríamos admitirlas o quedar satisfechos con ellas.
Joseph Joubert
A la vista de suficientes ojos, todos los errores resultan evidentes.
Linus Torvalds
Un libro puede ser agradable con muchas imperfecciones y enojosísimos sin un defecto.
Oliver Goldsmith
Cuando mi voz calle con la muerte, mi canción te seguirá cantando con su corazón vivo.
Rabindranath Tagore
Yo veo la sociedad como una red de narraciones; no sólo es una red de intercambios económicos o sentimentales, sino también una trama de relatos.
Ricardo Piglia
Escoged las palabras, porque la belleza se inició un día, cuando alguien empezó a elegir.
Roberto Benigni