La noción de las causas son la clave ideal para organizar el conocimiento.
Aristóteles
El espectáculo de seres humanos reducidos al automatismo satisface el deseo de poder. Contemplando esclavos mecanizados se imagina uno a sí mismo en carácter de amo.
Aldous Huxley
Las personas que tienen suerte en el amor saben que los gestos y las expresiones son más importantes que las palabras.
Allan Pease
Al demostrar a los fanáticos que se equivocan no hay que olvidar que se equivocan aposta.
André Maurois
El estado no es más que el bozal que tiene por objeto volver inofensivo a ese animal carnicero, el hombre, y hacer de suerte que tenga el aspecto de un herbívoro.
Arthur Schopenhauer
Cuando somos jóvenes lamentamos no tener una mujer, cuando nos hacemos mayores lamentamos no tener a la mujer.
Cesare Pavese
Con los años nos salen arrugas, pero yo jamás salgo a la calle sino estoy arreglada.
Concha Velasco
A quienes Dios quiere destruir, primero los enloquece.
Eurípides
La enfermedad más peligrosa después del doctor, es el testamento: más han muerto porque hicieron testamento, que porque enfermaron.
Francisco de Quevedo
El amor es el único juego que pierdes, simplemente por rehusarte a jugarlo.
Goethe
Se necesita una gran valentía para defender a nuestros amigos, pero mucha más para hacer frente a nuestros enemigos.
J. K. Rowling
A ésos los tomaría de mi cuenta, los embarcaría en un tren especial, y los haría recorrer la República para que en cada parte, convocaran al pueblo para enseñárselos, diciéndoles: ¡Pueblo, éstos no te hacen ningún bien, sólo hablan y te roban tu dinero!
Pancho Villa
Yo fui también, antaño, un columpiador de árboles; muy a menudo sueño en que volveré a serlo, cuando me hallo cansado de mis meditaciones, y la vida parece un bosque sin caminos donde, al vagar por él, sentirnos en la cara ardiente el cosquilleo de rotas telarañas, y un ojo lagrimea a causa de una brizna, y quisiera alejarme de la tierra algún tiempo, para luego volver y empezar otra vez.
Robert Frost
La guerra es el fruto de la debilidad y necedad de los pueblos.
Romain Rolland
Dedíquese a su negocio. Crea en él más que cualquier persona... Si le gusta su trabajo, usted le dedicará todos los días, y lo hará de la mejor manera, y en poco tiempo todos en su entorno se contagiarán de esa pasión, como una enfermedad.
Sam Walton
La fe es un oasis en el corazón, que nunca será alcanzado por la caravana del pensamiento.
Yibrán Jalil Yibrán