Los menores suscitan revoluciones para conquistar igualdad y los iguales para superar a los demás.
Aristóteles
De cuando en cuando convendría que algún poeta poseyera una fortuna, para que aprendiesen los ricos lo que puede hacerse con el dinero.
Abel Bonnard
Dios es paciente, porque es eterno.
Agustín de Hipona
No hay cosa que dé tanto placer a un escritor como ver sus obras citadas con respeto por otros doctos autores.
Benjamin Franklin
Los jorobados sólo se curan cuando se mueren y en la política hay legiones de corcovados incurables, ni cuando se mueren se enderezan.
Carlos Fuentes
Cuenta siempre los favores que recibes de los otros, pero calla los favores que haces tú a los otros.
Catón
Lo que ocurre es que el criterio es que yo escribo muy difícil, por eso tengo tres lectores. Hay ciertos pasajes de mis libros que ni yo comprendo.
Fernando Arrabal
En aras de la verdad pasar hambre del alma.
Friedrich Nietzsche
Los espejos se emplean para verse la cara; el arte, para verse el alma.
George Bernard Shaw
No estoy aquí para que me quieran y me admiren, sino para obrar yo y querer yo. No es obligación de la sociedad ayudarme a mí, soy yo el que tengo la obligación de cuidar al mundo, al ser humano.
Janusz Korczak
Y si ya se estuvo en la nada, o en la no existencia, no es tan extraño ni grave regresar a ella.
Javier Marías
Si Jesús es quien dice ser (y recuerda ningún líder de ninguna otra religión principal jamás pretendió ser Dios), como mi Creador, merece justamente mi lealtad, mi obediencia y mi adoración.
Lee Strobel
Y no nos debemos de olvidar del factor tiempo. Una invención podría no tener éxito, pero diez años más tarde alguien hace lo mismo con algunos cambios imperceptibles y tiene un rotundo éxito.
Peter F. Drucker
Dios mira las manos limpias, no las llenas.
Publilio Siro
Algunas veces en la noche, yo pensaba en la belleza con que los poetas estremecieron al mundo, y todo el corazón se me anegaba de pena como una boca con un grito. Pensaba en las fiestas a que ellos asistieron, las fiestas de la ciudad, las fiestas en los parajes arbolados con antorchas de sol en los jardines florecidos, y de entre las manos se caía mi pobreza.
Roberto Arlt
La vanidad se divierte así: nos engaña; nos ciega.
Santiago Posteguillo