La duda es el principio de la sabiduría.
Aristóteles
Tan bueno, que no vale para nada.
Anónimo
Con los crímenes no se dialoga; Hay que concienciarse contra el terrorismo desde el humanismo.
Benedicto XVI
Cuando se escribía sobre mi pintura siempre me sacaban el cuento de mi ausencia de tradición pictórica, y que por carecer de ella estaba obligado a su adquisición -no de la mía sino que la de ellos- visitando sus museos.
Carlos Cañas
La magia habita en cualquier detalle, en cualquier objeto, situación y persona. Sólo hace falta ponerse las gafas adecuadas para reconocerla.
César Fernández García
Si yo no alcanzo la gloria, me conformo con una glorieta.
Germán Dehesa
La intuición no es más que la suma de un montón de detalles concretos a los que el cerebro no ha podido poner nombre todavía.
Jo Nesbø
Estoy completamente seguro de que ese mensaje que leyó la hija de la víctima no era acorde a lo que se requiere en una jornada de reflexión.
José Luis Perestelo
Muy pronto la televisión, para ejercer su influencia soberana, recorrerá en todos los sentidos toda la maquinaria y todo el bullicio de las relaciones humanas.
Martin Heidegger
No podrá ser un buen geógrafo el que no esté seriamente versado en Matemáticas.
Miguel Servet
El dinero no nos proporciona amigos, sino enemigos de mejor calidad.
Noël Coward
En cuestión de religión, la verdad es simplemente la opinión que ha sobrevivido.
Oscar Wilde
¡Oh mujer, mujer! Gorda o flaca. Por el rostro, ángel; por el alma, gato.
Peter Pindar
Después de la larga guerra y de la terrible noche que la ha seguido, no queda nada que muestre síntomas de vida en España. Pensadores, científicos y poetas han muerto fusilados o han tenido que marcharse.
Rafael Chirbes
Si quieres que te estén sometidas todas las cosas, somételas a la razón.
Séneca
Incluso la menor insinuación de que pudiera tener una fantasía más o menos viva le ofendía gravemente. Tal vez una semana atrás yo también me habría sentido ofendido, pero ahora la cosa es distinta, pues sé que tengo fantasía y que estoy soñando. Y sé también que no quiero curarme.
Yevgueni Zamiatin