Por eso el que ama los mitos es en cierto modo filósofo, pues el mito se compone de elementos maravillosos.
Aristóteles
Lo fascinante del cine es colocar al espectador en posiciones morales en las que nunca estuvo.
Álex de la Iglesia
Ni todo en tierras ni todo en casas, ni todo en barco, ni todo en arca.
Anónimo
¿Mis miedos? El olvido.
Ansel Elgort
Los periódicos excitan siempre la curiosidad; mas nadie los deja sin cierto sentimiento de desilusión.
Charles Lamb
Poder servir es a la vez un favor que se nos hace.
Doménico Cieri Estrada
No hay hombre tan falto de amigos que no pueda encontrar alguno con sinceridad bastante para decirle alguna verdad desagradable.
Edward Bulwer-Lytton
Un traidor puede traicionarse a sí mismo y hacer involuntariamente un bien.
J. R. R. Tolkien
Cuanto más conozco el mundo, más me desagrada, y el tiempo me confirma mi creencia en la inconsistencia del carácter humano, y en lo poco que se puede uno fiar de las apariencias de bondad o inteligencia.
Jane Austen
Llegaré muy en breve a mi destino con este pueblo de héroes, y al frente de seis mil de ellos que obran como soldados de la patria trabajaré gustoso en propender a la realización de sus grandes votos.
José Gervasio Artigas
Apenas nace la virtud, cuando ya genera contra sí la envidia, pues antes verás un cuerpo sin sombra que la virtud sin la envidia.
Leonardo da Vinci
Podemos cometer muchos errores en nuestras vidas, menos uno: aquel que nos destruye.
Paulo Coelho
Lo que he observado es que Dickens escribía con letra muy pequeña, sin duda como reflejo de la estrechez que pasaban sus personajes.
Roberto Fontanarrosa
Yo sé el camino para poder hallarte. La muerte me ha mirado caminar por sus valles.
Sara De Ibáñez
La primera etapa es la discriminación: el Estado limita las áreas en las que los judíos pueden vivir, la elección de profesión, su acceso a posiciones importantes y el derecho a matricularse en las universidades y obtener títulos académicos, grados, etcétera. La siguiente etapa es el exterminio.
Vasili Grossman
Las comparaciones huelen.
William Shakespeare