Como la vista en el cuerpo, la inteligencia en el alma.
Aristóteles
Muchas veces no es que los gobiernos no quieran hacer las cosas, sino que no existen las posibilidades reales para hacerlas.
Álvaro Arzú Irigoyen
En cualquier entorno laboral las risas son un termómetro de la temperatura emocional e indican a ciencia cierta que la gente tiene una conexión de corazón además de mental.
Daniel Goleman
La lluvia tiene un vago secreto de ternura, algo de somnolencia resignada y amable, una música humilde se despierta con ella que hace vibrar el alma dormida del paisaje.
Federico García Lorca
No concibo otra forma de escribir que en primera persona. Es la única real y sincera, porque ¡cómo va a saber un pobre hijo de vecino lo que están pensando dos o tres o cuatro personajes! ¡No sabe uno lo que está pensando uno mismo con esta turbulencia del cerebro va a saber lo que piensa el prójimo!
Fernando Vallejo
Ten fe ciega, no en tu capacidad para el triunfo, sino en el ardor con que lo deseas.
Horacio Quiroga
Pensar que se va a comprender la conciencia humana al ver qué zonas del cerebro se activan, es como pensar que se va a comprender el trabajo de un Ministerio al ver en qué ventanas se enciende la luz.
José Ramón Ayllón
Cada hombre debe restringir y limitar más su conocimiento a fin de competir con otros. El especialista sabe más y más sobre menos y, por último, sabe todo sobre nada.
Konrad Lorenz
No hay teoría revolucionaria sin práctica revolucionaria y viceversa.
Lenin
La democracia y la felicidad no producen gran literatura.
Mario Vargas Llosa
Las relaciones no prosperan porque se castigue al culpable sino porque el inocente es misericordioso.
Max Lucado
Todo género de vida, sin descansos alternativos, no es duradero.
Ovidio
Me estoy muriendo pronto y he escogido estar alegra hoy, mañana y todos los días que me queden de vida.
Randy Pausch
Ya no hay peces de colores, sólo seres racionales, y de los animalitos sólo nos quedan postales, dibujados ¡qué bonito! en tu imaginación.
Roberto Iniesta
Todos los hombres tienen una secreta ambición de aparecer grandes en el pueblo donde han nacido.
Samuel Johnson
Cuando el impulso de jugar repentinamente invade a un adulto, esto no significa recaída en la infancia. Por supuesto jugar siempre supone una liberación. Al jugar los niños, rodeados de un mundo de gigantes, crean uno pequeño que es el adecuado para ellos; en cambio el adulto, rodeado por la amenaza de lo real, le quita horror al mundo haciendo de él una copia reducida.
Walter Benjamin