Dios es una especie de rueda que mueve todo, pero que ella misma no se mueve.
Aristóteles
Jaime, mi padre, antes de calmarse y abrir su tienda Casa Ukrania, había trabajado como artista de circo. Podría pensarse que en mi infancia fui más influido por Jaime que por Sara, mi madre. Sin embargo, no es así. Si la severidad era la base de la educación que yo debía recibir, por ser hombre y no mujer, mi madre se esmeró en aplicarla.
Alejandro Jodorowsky
Cuando comprendo tu mirada escucho tu verdadera voz.
Alejandro Lanús
No tengo sueños. ¿cómo decirlo?, Yo soy un sueño.
Ayumi Hamasaki
Jamás cometí una injusticia a sabiendas.
Felipe II de España
La manera más desagradable de replicar en una polémica es la de enojares y la de callar, pues el agresor interpreta ordinariamente el silencio como un desprecio.
Friedrich Nietzsche
El amor es la única cosa de este mundo que no quiere más comprador que a sí mismo.
Friedrich Schiller
El estudiar a los chimpancés me ha ayudado a comprender, tal vez más que ninguna otra cosa, lo diferentes que somos de ellos.
Jane Goodall
El poema sirve de guarida a mis escombros de espejo perverso de transparencia de sueños dibujados con debilidad por el alfabeto hostil.
José Barroeta
Los hombres y pueblos en decadencia viven acordándose de dónde vienen; los hombres geniales y pueblos fuertes sólo necesitan saber a dónde van.
José Ingenieros
Este no es un mundo de hombres duros. Es un mundo de hombres inteligentes.
Mike Tyson
Las cabezas de los hombres más grandes se achican cuando se reúnen, y allí donde hay más cuerdos es también donde hay menos cordura.
Montesquieu
La única manera de librarse de la tentación es ceder ante ella. Si se resiste, el alma enferma, anhelando lo que ella misma se ha prohibido, deseando lo que sus leyes monstruosas han hecho monstruoso e ilegal.
Oscar Wilde
La política no debe tratar de vengar el mal realizado, sino de cuidar que no se reproduzca.
Otto von Bismarck
Esa noche me dediqué a prepararme por si había que morir.
Santiago Carrillo
No es destierro el sitio en que estamos seguros.
Séneca