Una luz que alumbra muchos caminos, no alumbra un camino.
Antonio Porchia
Las madres perdonan siempre: han venido al mundo para eso.
Alejandro Dumas
Si ves que mi canción acaso no resulta, avísame y recojo la melancolía... Melancolía.
Alejandro Sanz
Amigo, si quieres beber coloca bien tu boca, como un hombre razonable, en la espita del tonel.
Angelus Silesius
También hay que prevenir contra los historiadores; se envilecen hasta el punto de convertirse en meros peones y cómplices del periodismo.
Ernst Jünger
Asomaba a sus ojos una lágrima y a mi labio una frase de perdón; habló el orgullo y se enjugó su llanto, y la frase en mis labios expiró. Yo voy por un camino; ella, por otro; pero, al pensar en nuestro mutuo amor, yo digo aún: - ¿Por qué callé aquel día? Y ella dirá: - ¿Por qué no lloré yo?
Gustavo Adolfo Bécquer
Nada hay tan vacío como un cerebro lleno de sí mismo.
Ignacio Manuel Altamirano
El espacio dice a la materia como debe moverse; la materia con su gravedad dice al espacio como debe curvarse.
John Archibald Wheeler
Tengo más laburo que el plomero del Titanic, dijo a Luis Majul sobre cómo le dejó Kammerath la Municipalidad de Córdoba.
Luis Juez
No te preguntes que pueden hacer tus compañeros por ti. Preguntate que puedes hacer tú por tus.
Magic Johnson
Sois guerreroslegendarios y os comportáis como niños.
Mark Wahlberg
Lo que sólo se debe a la violencia ¿puede acaso halagar el amor propio?
Marqués de Sade
Queremos GUI básicamente porque son convenientes y porque son fáciles -o al menos la GUI hace que así parezca-. Por supuesto, nada es realmente fácil y simple, y poner una bonita interfaz no cambia ese hecho. Un coche controlado a través de una GUI sería más fácil de conducir que uno controlado por los pedales y el volante, pero sería increíblemente peligroso.
Neal Stephenson
Los libros en prosa son perros de muestra que yo crío y vendo para mantener a mi gato.
Robert Graves
Ayuda a enfocar a las familias en el futuro a través de sus hijos.
Sam Worthington
¡Qué hermoso es sentirnos enamorados, y qué raro es saberlo!
Søren Kierkegaard